Elevar el contenido regional de los automóviles de 62.5 a 75 por ciento en el T-MEC podría requerir en algunos casos inversiones por hasta más de mil millones de dólares en la cadena de suministro de un modelo que se fabrica en serie.
El cálculo realizado por el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés) es para cambiar los componentes principales de la cadena de suministro de un vehículo que se fabrica en México y se exporta a Estados Unidos y Canadá.
Su estudio “El impacto de las normas de origen en la cadena de suministro”, reveló que al incluir en el T-MEC reglas más estrictas, afectará principalmente a las marcas asiáticas y europeas que traen motores, transmisiones y otros componentes centrales fuera de Norteamérica.
Los vehículos que contienen menos contenido de América del Norte o que fabrican piezas de alto valor, como motores o transmisiones en áreas con salarios más bajos, incluido México, enfrentarán una opción desafiante: invertir potencialmente más de mil millones de dólares para cambiar los componentes principales de la cadena de suministro de un vehículo desde México hacia Estados Unidos o Canadá”, expone el estudio.
En algunos casos, armar un vehículo en América del Norte no equivale a un alto contenido del (actual) TLCAN, Volkswagen ensambla vehículos para el mercado norteamericano en Chattanooga, Tennessee o Puebla, México, con motores provenientes de sus plantas en Alemania, México o Hungría y transmisiones provenientes de Alemania, Argentina o Japón.
El contenido norteamericano de los vehículos Volkswagen oscila entre el 57 por ciento para el Beetle 2018 descontinuado y sólo el 30 por ciento para algunos Passat 2018 en Chattanooga”.
Los cambios que enfrentan las armadoras y su cadena de proveedores podrían propiciar que algunas armadoras opten por pagar mejor la tarifa de Nación más Favorecida, que es del 2.5 por ciento.
El estudio añade que esas reglas negociadas son más complejas y afectarán no sólo a cada OEM (armadora), sino también a cada modelo de vehículo que producen, así como a toda su cadena de suministro, que tendrán que hacer cambios en sus procesos productivos para poder comercializar sin aranceles dentro de América del Norte.
En términos más generales, cada pieza y componente del vehículo requiere pruebas, validación y certificación antes de que pueda introducirse en una cadena de suministro.
Cualquier cambio en una cadena de suministro para cumplir con las nuevas reglas de origen conllevará costos adicionales y demoras asociadas con esos requisitos”.