Caracas, Venezuela.- Dijo que era el momento de que los venezolanos recuperaran la democracia. Pero a medida que pasaban las horas, el líder opositor Juan Guaidó se quedó solo con el mismo pequeño grupo de soldados con los que lanzó un intento de alzamiento militar para resolver la agonizante lucha por el poder en Venezuela.

Tras una jornada de violentas protesta en el este de Caracas que dejaron al menos 78 heridos y un muerto, las calles de la capital venezolana amanecieron hoy desoladas con restos de escombros quemados, postes de luz atravesados en medio de algunas vías y la mayoría de los comercios cerrados.

Tres jóvenes revisan una motocicleta quemada en las protestas de ayer. Foto: AP

Como en anteriores intentos de derrocar al presidente Nicolás Maduro, la oposición pareció verse superada de nuevo ayer. Lo que Guaidó bautizó como “Operación Libertad” provocó un patrón ya conocido: las fuerzas de seguridad emplearon tácticas represivas para aplastar a grupos de jóvenes que arrojaban piedras mientras millones de venezolanos seguían el drama con una mezcla de miedo y exasperación.

Derrocar a Maduro

Las esperanzas opositoras de dividir al gobierno no se materializaron, un avión que según Estados Unidos esperaba llevar a Maduro al exilio nunca despegó y, por la noche, uno de los más férreos opositores al gobierno, que desafió su arresto domiciliario para unirse a la insurrección, se refugió con su familia en embajada española.

Guaidó, líder de la opositora Asamblea Nacional al que Estados Unidos y más de 50 naciones reconocen como presidente legítimo de Venezuela, exhortó a una nueva ronda de protestas callejeras masivas hoy.

Las fuerzas de la oposición esperan que los venezolanos hartos de la grave crisis humanitaria llenen las calles en todo el país, con protestas que iniciarán a partir de las 10 de la mañana.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *