Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco aprobó hoy una ley innovadora que ordena a todos los sacerdotes y monjas católicos de todo el mundo reportar a las autoridades eclesiásticas todos los abusos sexuales del clero y los intentos de cubrir estos hechos por parte de sus superiores.
Este es un nuevo esfuerzo para exigir responsabilidades a la jerarquía católica por no proteger a sus fieles.
La nueva ley ofrece protección a cualquiera que haga la denuncia y ordena a todas las diócesis que introduzcan un sistema para recibir las denuncias de forma confidencial. También establece procedimientos para hacer investigaciones preliminares cuando el acusado es un obispo, cardenal o superior religioso.
Respuesta de la Iglesia
Se trata de una nueva iniciativa de Francisco para responder al estallido global de escándalos por abusos sexuales e intentos de cubrirlos, que ha devastado la credibilidad de la cúpula de la Iglesia católica y de su propio pontificado.
La medida ofrece un nuevo marco legal para los obispos estadounidenses, que se preparan para introducir medidas de control el mes que viene en respuesta al escándalo en su país.
El cardenal Marc Ouellet, responsable de la oficina vaticana para obispos, dijo que no es solo una ley, sino una responsabilidad profunda para todos.
Hemos dicho durante años que los sacerdotes deben atenerse a ciertas normas estrictas, así que ¿por qué no iban a hacer lo mismo los obispos y otros en la jerarquía?
La ley convierte a los 415 mil sacerdotes católicos y 660 mil religiosas del mundo en informantes obligados.
Si se aplica en su totalidad, el Vaticano podría ver un alud de denuncias de abusos y ocultaciones en los próximos años. Como la ley no es de naturaleza penal se puede aplicar de forma retroactiva, de modo que sacerdotes y monjas están obligados ahora a reportar incluso casos antiguos de abusos y encubrimiento, con protecciones como informantes por hacerlo.