El viernes 28 de junio la CNN reportó que “China se está preparando para controlar la producción y distribución de un grupo de minerales esenciales para la industria tecnológica moderna”. Esta noticia debe de verse dentro del contexto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Actualmente China produce el noventa y cinco por ciento del total de tierras raras del mundo y Estados Unidos compro más del ochenta por ciento de estos materiales de China entre 2014 y 2017. Las más importantes casas de bolsa del mundo han visto que los bonos de inversiones en estos minerales han aumentado enormemente. Por ejemplo, los bonos de JL Mag Rare Earth que produce imánes permanentes basados en tierras raras, han aumentado el valor de sus acciones en más del ciento treinta por ciento en el último mes. Otros ejemplos son Jiangsu Jiuwu Hi-tech cuyos bonos han aumentado en un cuarenta y seis por ciento, y BGRIMM Technology con un incremento de más del veintiséis por ciento.
La producción, consumo y aplicación de las tierras raras (e.g. Escandio, Itrio, Lantano, Lutecio, Cerio, Neodimio, Samario, Iterbio) es fundamental para la industria de vanguardia. Estos elementos se utilizan para la producción de imanes, catalizadores, cristales, vidrios, láseres, fibras ópticas, motores de avión, compuestos para vehículos blindados, entre muchas otras cosas. Como muestra pensemos en un automóvil híbrido. Este utiliza tierras raras en la pantalla LCD (Europio, Itrio y Cerio), en sus ventanas (Cerio), en aditivos para el combustible (Cerio y Lantanio), en las baterías (Lantanio y Cerio), en el convertidor catalítico (Cerio/Zirconio y Lantanio), en los diversos motores eléctricos (Neodimio), en el motor y generador eléctrico (Neodimio, Iterbio). Un auto hibrido típico requiere 10 Kg de Lantanio en las baterías de níquel. Se pueden también mencionar muchos otros ejemplos de tecnología militar o de productos electrodomésticos. Los imanes de los más grandes generadores eléctricos eólicos pueden pesar hasta 2 toneladas y 12% esta constituido por tierras raras.
Los imanes de tierras raras han permitido la miniaturización de los discos duros de las computadoras, sin ellos las lap-tops serían el doble o el triple de grandes.
En los años setenta China exportaba el material en forma bruta pero ahora lo hace en forma procesada con un enorme valor agregado. La oficina de política científica y tecnológica de la Casa Blanca en Estados Unidos está con preocupación monitoreando la situación. Recordemos que un incidente reciente en el que un barco chino entró a aguas japonesas y su capitán fue detenido por un guardacostas nipón, causando la más grave crisis diplomática contemporánea entre estos dos países que son la segunda y tercera potencia del mundo, nos puede hacer reflexionar sobre las “armas” tecnológicas y comerciales actuales. Mientras se mantuvo esta crisis China suspendió todas sus exportaciones de tierras raras a Japón, golpeando con esto duramente a la industria japonesa.
Las minas que producían tierras raras en los Estados Unidos cerraron desde los años setenta debido a las importaciones a muy bajo costo de China. Actualmente se pretende ponerlas nuevamente a funcionar sin embargo los recursos humanos norteamericanos altamente calificados se han perdido. Mark Smith, gerente de la empresa Molycorp que es propietaria de una mina de tierras raras en Mountain Pass California confiesa con amargura que “solo tengo 17 ingenieros y científicos compitiendo contra más de 6,000 científicos chinos”. En Estados Unidos se calcula que resolver el problema de tener suficientes recursos humanos calificados en esta especialidad tomará no menos de diez años. Muchos especialistas consideran que China está dispuesta a “jugar la carta” de las tierras raras en su disputa comercial con Estados Unidos. Esto tendría un efecto devastador para toda la industria de alta tecnología del mundo.
En los años setenta China exportaba el material en forma bruta pero ahora lo hace en forma procesada con un enorme valor agregado.