CDMX.- La división en Morena impidió aprobar ayer la reforma que ratifica la facultad de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de Hacienda para bloquear cuentas bancarias e iniciar procesos de extinción de dominio sin orden de un juez.
La reserva que presentó la legisladora morenista Lidia García complicó el procedimiento que pretendía sacar adelante Mario Delgado, coordinador de la bancada.
Originaria de Hidalgo, la diputada propuso cancelar la atribución de extinguir los recursos bloqueados y obligar a la UIF y a las instituciones de crédito a notificar por escrito a los afectados que han sido incluidos en la lista de cuentas bloqueadas.
Con el apoyo de la oposición y decenas del bloque mayoritario, la reserva se aprobó con 225 votos a favor, 223 en contra y dos abstenciones, una de la morenista Simey Olvera y otra de Iván Pérez Negrón, del PES.
Argumento del bloqueo
Al argumentar su propuesta, García dijo en la tribuna que un ejemplo de que no debía aprobarse la reforma era el bloqueo de cuentas a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, la cual desde el 26 de febrero no tiene acceso al Fondo de Jubilación de los académicos y del personal administrativo, producto de ahorros que provienen de los descuentos de los salarios.
Agregó que también un diputado de Morena tiene dos semanas con las cuentas bloqueadas y no le han notificado oficialmente por qué.
Aunque no dijo el nombre del diputado, fuentes de la fracción indicaron que se trata de Julio César Ángeles, también de Hidalgo.
Rubén Cayetano, también de Morena, trató de convencer a sus compañeros de no aliarse con la oposición.
Mientras que Martha Tagle, de MC, llamó a los morenistas a no dejarse intimidar ni presionar por “supuestas” disciplinas partidistas.
García subió de nuevo a la tribuna para aclarar que la coincidencia de su reserva con las de otras fracciones no significaba que estuviera aliada con ellos.
Gritos a Delgado
Tras la aprobación de la reforma, Delgado reclamó a la presidenta de la Cámara, Laura Angélica Rojas, la rapidez inusual con que cerró la votación y declaró el resultado, por lo que exigió una explicación y que se “precisara” la votación.
Diputados del PAN se burlaron de Delgado, con los gritos de “¡Quiere llorar!” y “¡Lo van a regañar!”.
Zafarrancho en el Congreso
Rojas intentó seguir con la sesión, cuando el coordinador de Morena subió al presidium y a gritos le exigía que le diera la palabra.
Diputados del PAN, como Jorge Arturo Espadas, Justino Arriaga, Carlos Alberto Valenzuela, Jorge Luis Preciado y Martín López, corrieron hacia el lugar de Rojas, rodeándola para protegerla de los morenistas.
La diputada se levantó de su lugar, sujetó el brazo de Delgado para parar sus manoteos y le ofreció declarar un receso, al tiempo de que se registraban jaloneos entre diputados del PAN y de Morena.
Eran las 15:31 horas y el receso se prolongó una hora. Al volver e intentar votar el dictamen, los legisladores se enfrascaron en la interpretación de qué sentido debía tener la votación y sus consecuencias.
Se declaró otro receso para hacer “consultas” legales, el cual duró casi 5 horas.
A las 21:05, Rojas reanudó la sesión sólo para citar al pleno para hoy a las 10 horas, con el fin de seguir con la discusión del dictamen.