Cualquier persona que use redes sociales en la actualidad conoce la propensión general a compartir una gran cantidad de información acerca de la vida privada. Sobre todo en el público más joven, es muy común publicar constantemente actualizaciones acerca de la localización, los eventos y la gente con la que uno se encuentra. Pero esta costumbre puede ser muy peligrosa y esto no parece preocupar a la mayoría de las personas.
El robo de información, la suplantación de identidad, los acosos o extorsiones y la extracción de información financiera son sólo algunos de los crímenes informáticos de los que puede ser víctima cualquier persona normal que utiliza la web de forma descuidada. Para peor, mucha gente conoce de estos peligros pero elige desatenderlos por creer que su información no es de interés para los hackers.
Sin embargo estos ataques le pueden suceder a cualquiera, y de hecho son más comunes de lo que parece a simple vista, como ha publicado recientemente el portal de El Universal. Por estar mucho menos protegidos, algunos criminales cibernéticos eligen atacar a las personas comunes antes que a grandes empresas que recurren a importantes medidas de seguridad para evitar hackeos o fraudes.
En especial se presenta muy problemática la navegación en páginas donde uno ingresa sus datos financieros, de tarjeta de crédito o cuentas bancarias como Paypal, Netflix o Spotify. Estas plataformas son en principio seguras, pero empresas mucho más importantes han sido víctimas de robos de información en el pasado.
En el mercado negro, las bases de datos son muy codiciadas, y no sólo para estafas comerciales. También hay quien compra información para realizar campañas sucias de marketing orientado. Para esto es muy útil saber la edad, región, sexo y nivel económico de los usuarios, y son este tipo de datos los que se obtienen más fácilmente en sitios con baja seguridad informática.
Ante estas preocupaciones, hace ya un tiempo que surgieron las redes privadas virtuales -o VPN, por sus siglas en inglés-. Estos programas se pueden descargar en dispositivos móviles y computadoras, y permiten proteger los datos personales al tiempo que se esconde la dirección IP para no sufrir bloqueos de contenido, censura ni publicidad orientada.
Sin embargo, como siempre que nace un servicio de calidad y utilidad para el público general, detrás surgen también las copias falsas de ese producto, con intenciones malignas o al menos dudosas. Es el caso de las VPN gratuitas, de las que se sabe que en muchos casos ocultan la información en servidores públicos de fácil acceso para los hackers y otros agentes del crimen cibernético.
Incluso algunas de estas empresas se encargan directamente de vender al mejor postor los paquetes de datos que juran proteger. La única forma de evitar estos contratiempos es recurrir a una VPN de pago. Son accesibles y de plena confianza, y efectivamente protegen los datos de los usuarios.
La web experta en seguridad informática VPN Paradise ha publicado un informe con los mejores VPN para navegar en México donde se analizan rigurosamente las ofertas de redes privadas según factores como su costo, la velocidad de conexión, la cantidad de países en los que está disponible, sus protocolos de seguridad y los medios de pago disponibles.
Cómo funcionan y para qué sirven las VPN
Las VPN o redes virtuales privadas actúan como un intermediario entre el usuario y un servidor alojado en algún lugar del mundo, fuera del país donde se encuentra quien las usa. Mediante esta triangulación, se logra adoptar la dirección IP de ese servidor y así hacerle creer a la página donde se navega que la ubicación geográfica es otra.
Además de esto, las VPN encriptan toda la información para que no pueda ser interceptada ni descifrada. Los usos de estas redes son muchos y los hay de carácter comercial, laboral y personal.
Por ejemplo, muchas empresas internacionales las utilizan para permitir a sus empleados acceder a sus servidores. De esta manera logran que puedan realizar su trabajo desde cualquier lugar del mundo sin estar atados a una oficina regional.
En algunos países del mundo donde el control estatal es tan potente que alcanza incluso la web, las VPN cobran una importancia extrema. Es el caso de China o Irán, donde está prohibido el uso de algunas redes como WhatsApp, Telegram y Youtube. Los habitantes de estas naciones recurren a redes privadas para denunciar atropellos y organizarse y comunicarse entre ellos evitando la censura.
Pero las VPN tienen también un uso más cotidiano que afecta a los usuarios locales: con ellas se puede acceder al contenido bloqueado de plataformas de contenido multimedia como Netflix, Hulu o Amazon. En algunos casos estas páginas restringen el acceso a series y películas según la región, y en otros directamente no se puede crear una cuenta desde México. Ambos inconvenientes se solucionan cambiando a una IP de Estados Unidos.
El público que utiliza VPN con este propósito es el más vulnerable a caer en el engaño de las VPN gratuitas, y por este motivo es imprescindible alertar a la población acerca del problema. Es conveniente pagar una cuota mensual y estar seguro de navegar sin ser detectado.