Estados Unidos.- El presidente Donald Trump dijo el viernes que era un “profundo honor” ser el primer presidente en asistir a la reunión anual en contra del aborto en Washington, la llamada Marcha por la Vida.

Aprovechó su discurso para atacar a los demócratas por aceptar “posturas radicales y extremas” en cuanto al aborto y elogió a quienes asistieron al evento, diciendo que estaban motivados por el “amor puro y desinteresado”.

También reiteró las medidas que ha tomado como presidente y que fueron solicitadas por conservadores, incluso la confirmación de 187 jueces federales.

Los niños nonatos nunca han tenido un defensor más fuerte en la Casa Blanca”, declaró.

Durante una entrevista de 1999, Trump dijo ser defensor del derecho al aborto “en todos los aspectos”. Ahora, al dirigirse a las elecciones de 2020, Trump sigue llegando a los votantes evangélicos que han demostrado estar entre sus seguidores más leales.

Trump busca el apoyo de su base de activistas conservadores para poder llegar a la meta.

Los tiempos han cambiado

Los presidentes anteriores que se oponían al aborto, incluidos Ronald Reagan y George W. Bush, se mantuvieron alejados de asistir personalmente a la marcha para evitar ser asociados tan estrechamente con los manifestantes deseosos de penalizar el procedimiento.

Ellos enviaban sus comentarios para que otros los hicieran, se conectaban por teléfono o invitaban a los organizadores a visitar la Casa Blanca.

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