CDMX.- Empresas y comerciantes promovieron los primeros amparos para impugnar la prohibición de uso de bolsas de plástico en puntos de venta, que entró en vigor en la Ciudad de México el pasado 1 de enero.
Al menos 15 demandas cuestionan la constitucionalidad de la reforma a la Ley de Residuos Sólidos de la Ciudad de México, que ha sido duramente cuestionada por las agrupaciones de empresas productoras de plásticos.
Bolsas Luisiana, Grupo la Bolsita, Be Bag, Geced, La Nueva Bolsa y Plásticos Festival son algunas de las empresas inconformes.
Los quejosos alegan trato discriminatorio -pues sí se permite uso de otro tipo de bolsas-, violación a la libertad de trabajo y afectaciones al mandato del artículo 26 de la Constitución para que las leyes alienten y protejan la actividad económica de los particulares.
Galvanolyte, fabricante de productos químicos, se amparó para cuestionar las definiciones que la ley contiene sobre términos como “microplástico”, “biodegradable”, “compostable” y “plásticos degradables”, así como la facultad de la Secretaría del Medio Ambiente para fijar lineamientos y normas sobre producción y consumo sustentable de plásticos.
Sin suspensión hasta ahora
Hasta ahora, ningún juez federal ha concedido alguna suspensión para exentar de la aplicación de la ley mientras se tramitan los amparos, proceso que puede tomar más de un año.
La jueza Blanca Lobo explicó sus razones para negar una suspensión.
Las normas reclamadas prevén la regulación del uso del plástico al consumidor, cuyo objeto principal es salvaguardar el medio ambiente, lo cual afecta a toda la sociedad.
La posibilidad de que el Poder Judicial declare inconstitucional esa reforma es reducida, pues tratándose de restricciones legales sustentadas en argumentos de protección al medio ambiente, los jueces son cada vez más renuentes a conceder amparos.
Critican la ley
Desde el año pasado, la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac) y los Industriales de Bolsas Plásticas de México (Inboplast), criticaron la reforma por la afectación a empleos e inversión del sector, y sostuvieron que sólo 1.5% de las cerca de 12 mil toneladas diarias de residuos que se generan en la capital son bolsas de plástico.
Los empresarios criticaron la falta de claridad de la Ley y el Reglamento emitidos pues, aseguraron, no se establece qué tipo de bolsas están prohibidas, lo cual intentó remediarse con el Reglamento, que dio entrada a las bolsas compostables.
Su propuesta consiste, entre otros puntos, en ofrecer un rediseño de bolsas de acarreo reutilizables con una norma técnica y un plan de manejo, en coordinación con el Gobierno de la Ciudad de México, más precios de garantía de material recuperado en pepena, para proteger las bolsas producidas a nivel local.