Valle de Bravo, Estado de México.- El narco amenazó de muerte a Zudikey Rodríguez, velocista y candidata del PRI-PAN-PRD, para que se bajara de la contienda y así beneficiar a la de Morena, Michelle Ñúñez.

Según el columnista y periodista Raymundo Riva Palacio, la velocista fue “levantada” el pasado lunes. Dos personas se le acercaron y la obligaron a irse con ellos en un vehículo, a 64 kilómetros de Valle de Bravo, en Tejupilco, al sur del Estado de México.

Ahí, una persona empapada en alcohol, rodeada por personas armadas, le dijo: “Mira Zudy, me han ordenado matarte, pero voy a perdonarte la vida. Sólo te pido que te escondas y que te bajes de la campaña”. 

La candidata se quebró y suplicó para que no la mataran. “¿Qué quiere?, ¿que me vaya del país?”, respondió a una persona que sería, según fuentes militares, Johny Hurtado Olascoaga, “El Pez”, y su hermano José Alfredo, “El Fresa”, quienes pertenecen al grupo de la Familia Michoacana.

Raymundo Riva Palacio señala que “El Pez” pudo haber matado a Rodríguez sin problema alguno. La candidata se tuvo que bajar de la campaña y se escondió.

De hecho en sus redes sociales, la última publicación es del martes 18 de mayo a las 15:00 horas. 

Relación Morena y narco

El periodista señala que lo grave es que el narco se haya infiltrado para involucrarse en el proceso electoral y beneficiar a la candidata de Morena, Michelle Ñúnez.

Asegura que los hermanos Olascoaga habían inyectado recursos a campañas electorales, para ganar secretarías municipales de seguridad y obras. Dice que la acción de  los hermanos vino acompañada del director de Aduanas, Horacio Duarte, quien, deliberada o coincidentemente, actuó en simultáneo.

Duarte se presentó en la oficina del alcalde del PRI, Mauricio Osorio, para amenazarlo, que dejara de respaldar a la candidata del PRI-PAN-PRD, que aventaja en las encuestas, o le echaba encima al SAT.

Además, la estructura de Morena, tras las amenazas a la candidata, comenzó a circular que la candidata se retiraba de la contienda. 

En este enlace puedes leer la columna completa de Raymundo Riva Palacio.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *