Guadalajara. Tras su fallido matrimonio y divorcio, “Mary” quiso volver a intentar encontrar el amor y darse una segunda oportunidad pero jamás pensó que terminaría peor al ser estafada a través de las redes sociales.

A penas había pasado un año en que su matrimonio había terminado de una manera complicada en el 2020 y después de meses de depresión quiso volver a intentar conocer a alguien pero tampoco tuvo éxito con varias personas con las que salió.

Mary, de 47 años, comentó para Reforma que se sintió decepcionada también de las personas con las que estaba saliendo, intentó hacer algo diferente pero todo terminó siendo una pesadilla que hasta hoy en día se convierte en un martirio.

Ante ello, le sugirieron  también abrir una cuenta en Tinder, donde le habían comentado que tal vez ahí podría conocer a una persona diferente e incluso con otra forma de pensar

Y así fue, Mary no dudo en abrir una cuenta en la red social y  pronto conoció a una persona de nombre Francisiek Zetasky, al menos así se hacía llamar en Tinder.

Al irlo conociendo poco a poco, él le dijo que era de Polonia y que actualmente vivía en Acapulco, además de que se dedicaba a ser contratista y de profesión ser un ingeniero civil.

Mary confesó que se le hizo guapo y poco a poco comenzaron a compartir más información sobre su vida. Ella veía que todo caminada sobre ruedas y que pintaba ser un panorama diferente al que había vivido.

Llega una edad que digo ¿dónde conozco a alguien? No me quiero ir a un bar. ¿Qué tipo de personas voy a conocer? Alguien que toma, alguien que fuma o que le encanta la fiesta, yo no soy así, me gusta salir a cenar y dormirme temprano, ir al cine”, relata Mary.

Asimismo, reconoce que al final: “Fui muy ingenua, era demasiado lindo para ser verdad, pero ¿por qué no? ¿Por qué no podría ser?”.

Comparte más datos sin conocerse

La relación caminaba bien, incluso de los mensajes pasaron a las llamadas entre ambos y el flechazo comenzaba cada vez a ser mayor.

Parecía que él era el indicado para ella, pero Francisiek se encargaba de empatizar con Mary lo más posible y así ver que eran el uno para el otro. Incluso, él le llegaba a comentar que iba a la iglesia todos los días y que rezaba por sus seres querido.

Se ganó mi confianza y me supo llegar por todos lados, yo soy una persona estudiada, si me platican esto, diría: ‘no es posible’, pero sí, sí me pasó eso de que, está muy tonto decirlo, pero me enamoré”, afirma decepcionada “Mary”.

 

Comienza el engaño

Cuando la relación, sin conocerse aún, iba en su máximo esplendor, el hombre le dijo que antes de ir a Guadalajara a conocerla tenía que ir a Turquía, donde había ganado una demanda, pero no le alcanzaba el dinero y le pidió prestado, pues tampoco tenía a sus papás para que lo ayudaran.

(Dijo que) le iban a pagar 250 mil dólares, pero a la hora de recibir, al ir a cobrar el cheque le dicen: ‘sí tengo tu cheque, pero me debes pagar los impuestos que son 25 mil dólares'”, comentó  la mujer.

Francisiek le pidió prestado y que le ayudara pues no tenía para pagar esta cantidad de impuestos. Mary muy apurada le transfirió 660 mil pesos en varios pagos, pero al final ya no pudo y se negó a depositarle más al ver que ya le exigía más dinero.

Todo esto, al prometerle que después de Turquía llegaría a México para casarse con ella y formar una familia, pero nunca llegó y después de ello, él cerro su cuenta de Tinder y de las redes sociales.

Me da mucha vergüenza haber pasado esto y la gente te juzga al final, pero de las mujeres de mi edad, quizá la mitad esté divorciada y tenga algún patrimonio, (les pediría) que cuiden su patrimonio”, comentó.

Al final, Mary se endeudó y ahora tardará dos años en pagar lo que pidió prestado para ayudar a su estafador.

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