Un brillo capaz de trascender cualquier escenario, un intelecto usado para enseñar y una calidez que jamás se olvidará.
Familiares, amigos y el gremio teatral de Guanajuato guardan un minuto de silencio por Julio Antonio Castillo Galán, actor, dramaturgo y el referente estatal de la pantomima clown.
Julio nació el 20 de diciembre de 1970, fue hijo de Julio Castillo y Margarita Galán, tuvo una sola hermana llamada Pilar, que lo despidieron este jueves 22 de febrero por un tumor cancerígeno avanzado que le generó complicaciones.
Conoció al amor de su vida Celia Garza Vera a los 22 años y se casó con ella 8 años después en el 2000, con quien además cuido 5 perritos llamados Gigio, Alfredito, Morusa, Pierrot, Xólotl y una gatita llamada Bongor.
Además de su pareja fue su compañera de trabajo y socia con quien fundó la compañía Moebius Teatro Clown en el 2004 con el apoyo incondicional de Ana Catalina y Alejandra Izquierdo.
“Él era generoso, una persona muy disciplinada, era un ávido lector y le gustaba mucho escribir, trabajaba mucho con su cuerpo en sus obras, él necesitaba estar activo todo el tiempo. Muy directo, sin pelos en la lengua, te decía las cosas por más duras que fueran, disruptivo, genuino y auténtico”, recuerda Celia Garza.
“Él siempre estuvo ahí para mí, me apoyó y él me llevó a mi primer Cervantino”.
Julio tenía un gran amor por el teatro, la literatura y la cultura, estudió comunicación en la Ibero León y duró 20 años ejerciendo su profesión como actor.
“Siempre ponía muchísimo empeño en que los espectáculos fueran profundos, que no solo quedaran en la risa fácil, sino que tuvieran algún contenido o algún mensaje para transformar la realidad”, agregó Celia.
También trabajó en el área editorial, fue dramaturgo y ensayista. Entre sus obras se destaca “Sueños de payasos y ballenas”.
“Fue la persona más inteligente que he conocido y la persona más viva. Fue como un maestro de vida para mí, a todos les enseñaba, daba consejos”, compartió su primo Eduardo Estrada Castillo.
El recuerdo de Julio se guarda con cariño entre sus compañeros del gremio por la generosidad que siempre lo caracterizó.
“Él siempre veía lo mejor de los demás y siempre buscaba generar oportunidades tanto para él como para los demás. Él no se quedaba con ah, yo ya tengo mi oportunidad y no comparto. Él siempre compartió muchísimo y bueno también es un excelente maestro”.
Julio cumplió varios de sus sueños, como viajar por el mundo, crear una gran biblioteca personal y ayudar a otros a través de su arte.
“Desde que era niño siempre quiso tener una biblioteca, porque desde los 7 años siempre estaba leyendo, libros de ficción, de sociología, de derecho, de actuación, de todo leía. Y de países que visitó está Estados Unidos, Argentina, Turquía y varios países de Europa como Alemania.
“Ayudo a muchas causas sociales con su trabajo o con lo que se recaudaba”, concluyó Celia Garza Vera.