El poeta trovador de Los Campesinos de la Sierra, don Ángel González Olvera, quien también fuera referente del huapango arribeño en la Sierra de Xichú, falleció este sábado 28, dejando más de cinco décadas de huella imborrable en la riqueza cultural guanajuatense.
Es mi orgullo ser de la serranía, que me digan serrano me enorgullece, yo soy piedra, soy el árbol que crece con el agua y la luz de un nuevo día”, compartía Ángel González en su página de facebook el 30 de julio de 2013, versos que definían su espíritu y fuerte arraigo a la tierra y a la naturaleza, que tantas coplas le inspiró.
Al darse a conocer su deceso a través de las redes sociales de distintas instituciones culturales de la entidad, autoridades gubernamentales y de don Guillermo Velázquez y los Leones de la Sierra de Xichú, los mensajes de condolencias se sumaron a incontables anécdotas que enaltecían no sólo su talento como músico, trovador y poeta, también su gran humanismo.
“El originario de Palomas, municipio de Xichú, fue un poeta huapanguero sobresaliente, muy querido y con un profundo arraigo y sentido de pertenencia a la tierra de sus amores y a su comunidad de Palomas.
“Además del vasto repertorio de poesías temáticas (a lo humano y lo divino) que desplegó en las innumerables topadas que tuvo con los grandes trovadores de su tiempo, desde hace varios años ganó notoriedad por el especial cariño y énfasis que puso en hacer poesías que abordaban los temas de la Tierra, el agua, el medio ambiente, el maíz criollo y el amor y respeto a la naturaleza”, destaca en su memoria la página de facebook de Guillermo Velázquez fundador de Los Leones de la Sierra de Xichú, quien le dedica también una poesía decimal.
También se destaca que don Ángel se interesó siempre por compartir su conocimiento musical y su acervo poético particularmente con los niños, y organizó o participó con ese fin en muchos talleres y encuentros locales y regionales.
El campesino de oficio, viajó con su música a España, Colombia y otros países, no obstante su epicentro fue siempre el universo natural del huapango arribeño en la sierra de Xichú, la sierra queretana y la zona media potosina.
“Siempre afable, siempre sereno, siempre amoroso, siempre amigo”, escribe sobre Ángel su colega Roberto Silva, desde Puerto Rico, y detalla que lo conoció hace muchos años en Gran Canaria donde formó parte de la delegación de México junto a Guillermo Velázquez y Los Leones de la Sierra de Xichú que participaba en el II Encuentro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado.
Que no descanse en paz, que se junte a las almas de los que ya pasaron otra dimensión y que lleve el Huapango Arribeño a los escenarios de la gloria”, escribe Emiliano Sardiñas Copello, en otro de los muchos mensajes que dedican a su memoria.
A don Ángel González le sobreviven su esposa Leonila Oviedo, sus hijos, así como grandes amigos y discípulos a quienes generosamente instruyó para hacer poesía, versada e improvisación, dejando un gran legado de inspiración por la tierra, el agua y toda la naturaleza. Descanse en paz Ángel Gónzález Olvera.