La escena cultural leonesa está de luto con el fallecimiento de Ana María Riveira Pérez, destacada docente y promotora cultural que impulsó proyectos emblemáticos de la ciudad como la Feria Nacional del Libro de León y el Festival Internacional de Arte Contemporáneo

Ana María Riveira nació el 13 de septiembre de 1948, en el Sanatorio Español de la Ciudad de México, donde nacían todos los hijos de españoles en aquella época. 

Sus padres, José Riveira Eiroa y María del Carmen Pérez, se mudaron a la ciudad de León cuando Ana María estaba recién nacida y aquí creció junto a su hermano y sus cuatro hermanas.

El Instituto Cultural de León externó sus condolencias a través de redes sociales. Foto: Facebook Instituto Cultural de León. 

Riveira echó raíces profundas en la ciudad, pues además de dejar un legado imborrable en el ámbito cultural aquí formó una amorosa familia junto a Carlos Flores Montúfar, padre de sus tres hijos Carlos María, Ana Victoria y Sofía Eugenia.

Aunque nació en Ciudad de México, llegó desde muy pequeña a León. Foto: Carlos María.

 Ana María Riveira estudió toda su vida en el Instituto América para después hacer una especialidad en Lengua y Literatura, y una maestría en historia, afianzando así su trayectoria hacia las artes y humanidades. 

Inició su carrera profesional en Radio y Televisión de Guanajuato, hoy TV4, teniendo a cargo varios programas de discusión y promoción cultural.

Ana María Riveira con su hijo Carlos María y su nieta María Loreto. Foto: Carlos María.

Posteriormente, en la administración del alcalde Carlos Medina, es invitada a ser consultora en el Consejo Para la Cultura presidido por Federico Zermeño y es aquí donde se le encomienda la tarea de desarrollar la Nacional del Libro Infantil y Juvenil en 1990.

Riveira continuó trabajando arduamente en la organización de las ediciones siguientes y para la tercera, en 1993, lo hizo como directora del Organismo Municipal de Cultura, dependencia que se transformó en lo que hoy conocemos como Instituto Cultural de León. 

La maestra fue la primera mujer en dirigir el instituto de cultura, y la que más tiempo duró en el cargo; estuvo al frente de la dependencia hasta 1998 y en ese tiempo impulsó más programas y festivales como el Festival Internacional de Arte Contemporáneo (FIAC) que continúa realizándose.

También fue ella quien impulsó la Feria del Arte, un programa que llevaba a artistas locales a la Feria de León, iniciativa que adoptó el patronato de la feria y que aunque ya no lleva el mismo nombre, continúa con esta dinámica. 

Fue la primera en su época que empezó a trabajar con la cultura como un ente transformador, no como una corriente asistencial, en el mejor sentido de la palabra, es decir, dejó de tener sólo espectadores porque empezó a trabajar a través del poder transformador del arte y la cultura”, comentó Carlos María Flores, hijo de Ana María Riveira.

Tiempo después de su gestión, el puesto fue ocupado por su hijo Carlos María, y para evitar cualquier conflicto de intereses ella se retira del consejo, pero siempre brindado su ayuda, expertise y consejo a su hijo para la organización de la Fenal y otras cuestiones. 

Labor docente

Además de gestora, fue docente en varias instituciones educativas. Foto: Carlos María.

Además de su destacada carrera en la promoción cultural y artística, la maestra Riveira también fue docente durante casi toda su vida.

Fue de los fundadores y primeros docentes de la Ibero León, además de que trabajó en el Instituto América, Instituto Lux, Instituto Antonia Maylén y UDL. 

Pedagogía, Artes Visuales, Historia del Artes y Comunicación fueron sólo algunas de las asignaturas que la maestra impartió en distintos niveles pero que le valieron el enorme cariño de sus alumnos, como fue el caso de la UDL, donde en más de una decena de ocasiones fue elegida como madrina de generación por los alumnos salientes. 

Recuerdo imborrable

Ana María Riveiro deja un legado cultural muy importante, además de un camino recorrido que facilita los pasos para todas las mujeres en el ámbito de las políticas culturales públicas.

Era una gran cómplice, después de ser director del ICL he hecho varios proyectos culturales y no había uno que se perdiera, siempre estaba presente”, recuerda su hijo Carlos María.

Amante de la lectura, las series policiacas y de escuchar música al conducir, la maestra será recordada no sólo como la gran gestora, sino como una mujer inteligente y sensible, y una amorosa madre, abuela y consejera de vida.

Ana María Riveira Pérez fue pilar de la cultura en León, iniciando grandes proyectos como el de la Feria Nacional del Libro de León. Foto: Luis Meza vía X.

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