e. El señor canción
Canción. Señor Canción. Así me puede llamar. La película no termina, no acaba. Mi nombre en India es Dar Chan Bharat Sing. Pero cuando llegué nadie entendía. Unos me llamaban Sebastián. Sebastián esto. Sebastián aquello. Y así quedó. Muchos me dicen Sebastián. El Sebas. Pero a veces me detiene la police por andar caminando bolo o quedar a dormir con chuchos en el parque. Sólo tomar unos mis tragos señor police, digo. Cómo se llama, identifíquese, dicen. Y yo contesto: Alejandro López. Muestre identificación, contestan. Fui asaltado, robado, golpeado y no quedó identificación. Me miran unos minutos. Y yo pongo la mente en blanco y en mi mente canto a Krishna. Y se van. Ha, ha, ha. La policía molesta, los mareros molestan, y algunos bolos también molestan. Pero yo a veces duermo o medito toda la noche en parque con chuchos. Bebemos agua de la fuente. Compartimos. No violencia. Amor. El amor nunca termina. Luego por la mañana despierto y ayudo a cargar cajas en el mercado y me dan cuatro, cinco quetzal. ¡Oh mi sweet Lord! ¡Por Shiva! ¡Cuesta ganar la vida!
Saca un cigarrillo de su mochila. Lo mira fijamente. Dice unas palabras que no entiendo. Supongo es el idioma Hindi. Enciende su cigarro. Y cierra los ojos. Parece dormido un momento pero de un instante a otro despierta del letargo y vuelve a parlotear.
Sí amigo. Yo llegué hace diez años. A Guyana France. Brasil. Ecuador. Colombia. De allí he ido viajando poco a poco hasta llegar aquí. Cuántas cosas han sucedido. Perdí mi dentadura. Se me cayó el cabello. Me han robado y golpeado. Accidentes. Mi familia quedó en Yhalandar. En el Punjab. Con su religión Sikh. Yo dejé de ir a templo Sikh. Fui con los devotos de my lord Krishna. Y mi padre puso furioso. Familia enojó. Diferencias. Pero los amo. Puse a viajar con mi hermano. Pero me abandonó. Se fue. Dice que soy bolo. Borracho. Pero yo río y canto y comparto. A veces lloro un poco. Sólo un poco. Entonces vienen los chuchos y alegran. Hay un señor que viene a dar de comer a chuchos. Un día mi amigo y yo fuimos a ver su pick up. Tenía muchas bolsas con comida para chucho. Y mi amigo preguntó al señor qué es. Comida para chuchos. ¿Ustedes quieren algo…? mi amigo y yo nos miramos, sorprendidos, pensando, ¡éste hombre nos ve como chuchos! Quiere darnos comida de perros. Como no dijimos nada se fue, pero luego volvió con una comida muy buena. De humanos. Y fruta. Y pan. Y café. ¡Ah, ha, ha! Siempre hay que esperar lo inesperado.