Mis peligrosos lectores, el día de hoy les traigo un tema que muchos han de conocer y amar, y como estaremos hablando de ello durante el siguiente domingo en mi programa de radio, quiero traerlo a colación: vampiros.
Los vampiros son criaturas de la noche de la categoría de los ‘no-muertos’, es decir no han llegado a morir por completo, pero eso no les da vida, son portales intermedios que atacan a la gente pensando en robar su esencia vital.
Uno de los primeros seres de este tipo, y que han llamado más la atención del público, es Drácula, un magnánimo conde con los poderes que cualquiera podría envidiar, pues cuenta con una lista de poderes que no muchos conocen, como escalar paredes, convertirse en lobo y neblina, control mental y demás cosas que, gracias a las películas románticas de los vampiros amantes de Crepúsculo, se han perdido.
Algo muy curioso es que dicho vampiro está basado en el famoso Vlad Tepes, un cruel conde que acababa con la vida de sus enemigos empalándolos en sus territorios, para luego tomar el almuerzo frente a semejante exhibición. La idea de crueldad y maldiciones que debía tener encima suyo era enorme, y por eso Bram Stocker le dio el puesto de ser el máximo vampiro, pero también Elizabeth Kostova, una escritora estadounidense que regeneró al conde Drácula mezclándola con el empalador. Hablo de La historiadora, una novela ya con sus años que se convirtió en uno de los best-sellers de 2006 que ya está olvidado.
La trama de La historiadora versa sobre una joven que recuerda toda su infancia con su padre, un historiador famoso que descubre la existencia de la maldad en el mundo. La realidad es que todo surge con un sello maldito que corresponde a un dragón vampiro.
La adquisición de ambas novelas, tanto La historiadora, como la de Drácula, es fácil. Ambas son historias muy conocidas que recomiendo ampliamente. Drácula está a modo de cartas y diarios, por lo que sabremos del malvado conde por medio de palabras de otras personas y nada qué ver con un narrador omnisciente, muy distinto de las memorias de Kostova.
Vampiros en el mundo hay bastantes, el malvado doctor escrito por Polidori es el primero de todos los hombres con estas características de no-muertos, pero hay toneladas de literatura upírica. Vicente Quirarte con su pequeño ensayo Sintaxis del vampiro recorre en menos de 60 páginas la tradición de esta criatura.
Mis peligrosos lectores, a donde miren hay vampiros. Existen muchos libros, millones de personajes con estas tradiciones, en cómics, novelas, cuentos, series de televisión y películas. Están ahí, vigilándonos en medio del día, sin quemarse, y atormentando nuestras noches.
El vampiro literario
De Libros y Bibliotecas