El 8 de marzo se conmemora el “Día de la Mujer”, el cual es reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), siendo una conmemoración internacional que se lleva a cabo desde 1975.
Este día se recuerda la lucha de la mujer por su participación, buscando mejorar la vida de la mujer y la igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona. La idea de que existiera éste día surge a finales del siglo XIX, en la Revolución Industrial y es hasta principios del siglo XX que se comienza a proclamar la celebración de una jornada de lucha específica para la mujer y sus derechos.
Y… ¿cuál es la relevancia de éste día? Pues bueno, el hecho de que nuestro mundo ha sido dirigido básicamente por los hombres y por ello, a las mujeres nos ha tocado vivir un papel secundario; es decir, somos quienes se adaptan y acoplan a lo que ellos indican es más adecuado para nuestra sociedad.
Dicha situación ha llevado a tener una cultura machista; en ésta los hombres han tenido el poder de sobajar, despreciar, minimizar, ignorar, imponer, controlar, etc., a las mujeres y, siendo tanto años de esa misma educación que también las mujeres llegan a tener intervención en dichas conductas puesto que estamos educadas de la misma manera y por costumbre o desconocimiento las fomentamos, o bien, no sabemos qué hacer para detenerlas cuando nos embisten.
Aunque ya hace varios años que se está luchando por cambiar las cosas y dar el lugar que le corresponde a la mujer, una posición donde tanto hombres como mujeres tengan los mismos derechos, aún falta mucho por hacer y es justo en éste día y mes, que se dedican a realizar actividades de educación e información a toda la población para que comprendamos de lo que se trata y poco a poco, día a día, se vaya logrando vivir cambios en la situación de desigualdad que aún vivimos; lo cual perdura el resto del año.
Tal vez te preguntes, cuál desigualdad y hasta llegues a pensar que los hombres no son “malos” y que las mujeres si lo somos; que tú ves todo en orden y que no te quieres meter en líos pretendiendo cambiar algo que “así es y será por mucho tiempo hagas lo que hagas”, etc., independientemente de si eres hombre o mujer. Aún con todas las ideas que te lleguen, te invito a revisar tu vida, tu día a día, tu situación de pareja, como hija o hijo, como trabajador(a), en cada papel que te toca desempeñar.

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