La semana anterior asistí a un curso sobre la obra de William Shakespeare que ha sido llevado a la pantalla grande, que impartió José Antonio Valdes Peña, subdirector de información y proyectos especiales de la Cineteca Nacional, a propósito del 400 aniversario luctuoso del escritor inglés y del español Miguel de Cervantes Saavedra.

De éste último hay muy poco material cinematográfico, es por ello que en esta ocasión se enfocó al autor de obras literarias como Romeo y Julieta, Otelo, Macbeth, Mucho ruido y pocas nueces, El rey Lear, Hamlet, entre otras.

Me llevé una grata sorpresa con todo lo que aprendí sobre él, sé que se casó con una mujer llamada Anne Hathaway, que no tuvo un matrimonio feliz, sin embargo tuvo 3 hijos con ella. También me enteré que Shakespeare nunca salió de su país natal, y que muchas de sus obras fueron resultado de las notas policiacas y las crónicas que leía.

En el caso de Romeo y Julieta, Shakespeare se inspiró en una trágica muerte de dos jóvenes enamorados de Verona, Italia. Lo demás surgió de su imaginación, pues como lo dije con anterioridad, nunca salió de su tierra.

La historia de amor, fue sin duda su primer éxito, la gente abarrotaba el teatro, que en ese entonces era muy diferente a las grandes construcciones de hoy, en ese tiempo estaba en el trono la hija de Enrique VIII y Ana Bolena, Isabel I, quien tenía mucho interés en el teatro, tanto que personas de todas las clases sociales tenían acceso a esta manifestación artística.

Los teatros isabelinos eran de madera, contaban con una galería baja, una en medio y una en la parte alta, y un patio donde las personas estaban de pie, un ejemplo de este tipo de construcciones son los que aparecen en película, Shakespeare enamorado.

Otra de las cosas curiosas es que William Shakespeare no dejó ninguna de sus obras escritas, fueron reconstruidas por los actores que participaron en ellas, y fue un trabajo de años, muchos años, para que después de cuatro siglos los lectores sigan leyéndolas.

De sus obras que han sido llevadas al cine, han sido varios los cineastas que se han atrevido a desarrollar sus obras teatrales en proyectos fílmicos, algunos han tenido grandes resultados y se han convertido en clásicos como Romeo y Julieta, dirigida por Franco Zeffirelli en 1968. En esta versión el papel de Julieta fue interpretado por Olivia Hussey, siendo hasta la fecha la actriz más joven en interpretar el personaje de la amada de Romeo. 

También tuve la oportunidad de ver algunas escenas de otras obras cinematográficas como las que hizo el director japonés Akira Kurosawa, el cineasta estadounidense Orson Welles, entre muchos otros. 

Cada uno con su propia versión, incluyendo elementos que no tiene el teatro. De William Shakespeare siempre habrá de qué hablar, así lo ha sido por más de 400 años. 

Sofía Luna es Académica Asociada en la Academia Guanajuatense de Literatura Moderna si tú escribes o eres historiador, la Academia es para ti. 

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