Concluye tradición
Después de una discusión que comenzó con la venta de mujeres en Oriente, los castigos que sufren en los países árabes y los casamientos a temprana edad, los integrantes de la Comisión de Equidad de Género del Ayuntamiento decidieron democráticamente eliminar la figura de Reina de la Ciudad para las próximas Fiestas de San Juan y Presa de la Olla.
Ni hablar, la labor altruista que realizaban las jóvenes reinas durante todo el año apoyando a las familias vulnerables, con entrega de cobijas durante la temporada invernal o visitas a enfermos, no ocurrirá más.
La propuesta de eliminar la monarquía fue de Iovana de los Ángeles Rocha Cano, regidora del PRI; en una reunión en la que estuvieron Silvia Rocha Miranda, del PRD; y Jaime Emilio Arellano Roig, regidor de Morena.
La discusión de este tema fue más bien un diálogo entre Iovana Rocha y Emilio Arellano, quienes no llegaron a ponerse de acuerdo porque mientras la del PRI argumentaba que se debía quitar la figura de reina por ser México una República, el Regidor de izquierda propuso que se le cambiara el nombre al comité de la reina para que también se incluya a hombres.
Algo similar pasó en León en el trienio de Bárbara Botello quien eliminó la figura de la reina de la ciudad (que ya regresó) y el DIF Municipal integró un comité de jóvenes para hacer trabajo comunitario.
En la mente del Regidor de Morena, de quien muchos pensaban que era mudo, se le metió la idea de que esta representación de las fiestas no fuera para una persona sino para un grupo. Posteriormente, y como nadie lo interrumpía, propuso que el grupo juvenil no tenía que ser exclusivamente de mujeres, sino que por cuestiones de equidad, también podía haber hombres.
Quienes estuvieron en la reunión refieren que Iovana interrumpió a Jaime Emilio, para decir que cualquier figura que sea nombrada, llámese reina o princesa, por ninguna razón se debe combinar con una pasarela, para evitar que sea observada por la sociedad, especialmente por los hombres, dicen que con esto prácticamente eliminó la tradicional coronación. Un evento que abría las fiestas de San Juan, y el único que valía la pena, porque es donde se trae los artistas más importantes. Además en esta premiación se recolectan cientos de kilos de productos que permiten elaborar despensas que posteriormente se entregan a familias humildes de la capital.
Se comenta que para Jaime Emilio Arellano Roig, cuando eligen a una ‘reina’ se crucifica a la mujer, porque se hace un daño fuerte con este tipo de concursos.
Jaime Emilio consideró sano que sea ‘remasterizado’ con su grupo de representantes, aunque no dijo cómo iban a ser seleccionados. Muchos hicieron chongitos para que no tomen de ejemplo la selección que hicieron para integrar el Consejo del Simapag, porque si no las reinas, reyes, representantes, serán su amigos o parientes, porque para hacer selecciones transparentes y democráticas los integrantes del Ayuntamiento son muuuuy malos.
Finalmente la regidora priísta Rocha Cano habló fuerte y duro, para decir que sea la figura que sea en ningún momento se debe tomar como criterio de selección la belleza de la mujer.
En fin que la plática fue larga y tendida, desafortunadamente lo que por ahora falta de ser también ampliamente discutido en el Cabildo son los temas de generación de empleo para las mujeres, la realización de talleres de capacitación, prevención de la violencia en el hogar y de embarazos en adolescentes, entre muchos otros, que es lo realmente importante para quienes viven en Guanajuato.
La propuesta de Ismael
La iniciativa de incrementar un 10% el Impuesto Sobre Nómina que el Gobierno del Estado cobra a las empresas, de un 2% a un 2.2%, que lanzó al aire el empresario Ismael Plascencia Núñez, en su regreso a la política como presidente del Consejo de la Canadevi en Guanajuato, por poco le cuesta la chamba.
El planteamiento nació y murió en cuestión de minutos. La idea fue una ocurrencia del empresario de la vivienda, más que un proyecto de la Canadevi y mucho menos acordado con los presidentes de otros frentes la Concamin Bajío y el Consejo Coordinador Empresarial.
Incluso aunque el Estado estaría encantando de recibir más recursos a sus arcas, la realidad es que tampoco el gobernador Miguel Márquez y su secretario de Finanzas, Ignacio Martín Solís, estaban pensando en algo así, y, por el contrario, han cerrado la puerta a toda posibilidad de crear nuevos impuestos o aumentar los que ya cobran. La intención es no moverlos hasta 2018.
Márquez lo ha repetido y el Secretario de Finanzas le hizo segunda al comparecer ante el Congreso Local durante la Glosa del IV Informe. No está el horno para bollos con más impuestos.
Pero Ismael soltó el anzuelo como una “puntada” y no como una propuesta seria.
El Impuesto Sobre la Nómina nació en el 2006, impulsado por el entonces gobernador hoy senador, Juan Carlos Romero Hicks, como una vía de recaudar ingresos adicionales para inversión productiva.
El compromiso de Romero fue etiquetar ese 2% de impuesto para infraestructura con la participación del sector empresarial a través de un Consejo. La realidad es que lo recaudado se fue a la bolsa general de las cuentas estatales y el Gobierno ha dispuesto del recurso de la forma en la que ha querido, sin preguntarle a nadie.
Las voces empresariales una y otra vez han pedido mayor transparencia en el gasto de este fondo.
Por eso extrañó a todos la propuesta de Ismael. A los dirigentes de Concamin y Consejo Empresarial, Ricardo Alaniz y Gustavo Guraieb, los tomó por sorpresa, y, aunque todos coinciden en el noble propósito social, ya le dijeron que no va por ahí.
Ismael se dio pronto cuenta que su voz no es la de antes, cuando llegó a presidir la Canadevi y la Concamin a nivel nacional la década pasada, ahora regresa con menos poder a dirigir una Cámara, si bien importante para la economía local, pero que es una más en la orquesta. Y que además no se manda sola pues es socia de Concamin Bajío y del Consejo Empresarial local.
El aumento de un impuesto a quien más golpearía sería a las micro y pequeñas empresas.
Pero la propuesta de fondo, que es sumar al sector empresarial en proyectos sociales, no hay que echarla en saco roto, lo que sigue ahora es que discutan cuál es el mejor esquema para concretarlo.
En una reunión hace algunas semanas de Concamin Bajío con el Gobernador, Santiago Villanueva puso sobre la mesa ese tema, aunque no como un incremento del impuesto, sino como una aportación voluntaria principalmente de las grandes empresas de Guanajuato y, a través de un fideicomiso, o alguna otra figura legal, contribuir en causas sociales específicas y bien planeadas.
Esa vez, en privado, Santiago deslizó el nombre del capitán de Flexi, Roberto Plascencia, para encabezar este proyecto. De hecho en esa reunión en León estuvo presente Ismael Plascencia.
Al interior de la Canadevi a Ismael le plantearon otras ideas para contribuir a la ciudad, una de ellas la de apoyar en el rescate del parque lineal de La Sardaneta, inaugurado en octubre pasado con ‘bombo y platillo’ por el Gobernador y el alcalde Héctor López, pero rápidamente vandalizado.
A Ismael lo acompañan: Luis Mariano Hernández, secretario; Mario Medrano, tesorero; vicepresidentes: Salvador Cuéllar, José de Jesús Hernández, Víctor Franco, Guillermo Velasco, Mauricio Clark, José Ramón Vega; comisario César Israel Carrillo; subcomisario, Giussepe Sorrentino; y la gerente Luz Ivonne Hernández Lugo. Toca a este nuevo Consejo reencauzar la buena intención.
Jugar con el padrón
Se acabó, el Comité Nacional y el Estatal del PAN quieren poner fin al juego sucio en que se convirtió el padrón de militantes del partido con un uso meramente electorero.
El 16 de abril, los jefes panistas nacionales aprobaron arrancar en Guanajuato el plan piloto de depuración del padrón de militantes para luego aplicarlo en el resto del País. Esta tarea fue solicitada de manera reiterada por el jefe estatal, Humberto Andrade Quezada.
Hoy el padrón en Guanajuato es de 17 mil afiliados, pero quieren saber en realidad cuántos son panistas. Lo cierto es que en la última elección por el presidente y secretario del CEN 2015-2018 en Guanajuato votaron 10,290 militantes y en la ratificación de Humberto Andrade como jefe estatal, en donde no hubo fórmula competidora, la votación fue de 9,242 militantes con derecho.
Los años en que se registró una mayor afiliación al partido fueron en 2010 y 2014.
En 2010 se registraron 3,145 militantes nuevos y en 2014 otros 3,693, cifra muy superior a otros años.
¿Qué pasó en 2010 y 2014?, es la pregunta. Pues los militantes dejaron de registrarse individualmente en cada uno de sus comités municipales y hubo registros masivos de militantes de un municipio en otra localidad, o directamente las cajas de expedientes llegaron al Comité Nacional.
Por ahí de abril del 2011, cerca del fin del periodo de Fernando Torres Graciano como dirigente estatal, se apersonó con el presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, y le mostró su extrañeza del disparado crecimiento del padrón de militantes en Guanajuato, pero el problema lo dejaron pasar.
En puerta estaban las elecciones internas para elegir candidato a Gobernador, diputaciones y alcaldías, y todos querían llevar agua para su molino, sumar simpatías para el momento de las definiciones.
Los datos oficiales del PAN nos revelan que en 2010 en León el padrón creció 34%, 468 nuevos militantes; en Moroleón un 48%; en Pénjamo un 40%; en el 2011 sorprendió en Celaya con un 27%.
Pero en el 2014, también buscando preparar el terreno para las candidaturas de 2015, se ‘volvieron locos’. Así los datos del incremento del padrón: Abasolo, 49%; Irapuato, 33%; León, 22%; Salvatierra, 68%; San Luis de la Paz, 51%; Moroleón, 38%; Yuriria, 52%; Pénjamo 27% y en Celaya otro 46%.
Y no hay grupos que puedan decir que no cayeron en este juego de afiliar masivamente.
En León eran los tiempos que Miguel Salim y Mayra Enríquez peleaban con uñas y dientes la candidatura a la Alcaldía; Ricardo Sheffield tenía la mira puesta en su futuro político; y lo mismo otros personajes como el ex diputado local y federal hoy secretario de Desarrollo Social del Estado, Diego Sinhué Rodríguez, o el ex diputado local hoy director de Desarrollo Social en León, Daniel Campos.
En Celaya operaba ‘con todo’ el empresario Martín Rico, quien en 2015, al no obtener la candidatura del PAN a la Alcaldía, se postuló por Movimiento Ciudadano; lo mismo la dupla de marido y mujer hoy ambos ex alcaldes, Pepe Rivera-Rubí Laura López; y el ex diputado local Rubén Arellano.
En Irapuato buscaban simpatías los ex alcaldes Jorge Estrada y Sixto Zetina, entre otros.
En Moroleón está el caso de quien entonces dirigía el Comité Municipal del PAN, Martha Cíntora (quien fue derrotada por la Diputación federal en 2015), cercana al ex legislador Luis Alberto Villarreal, y en cuyo municipio se afiliaban grupos de panistas que no eran de esa localidad.
En Abasolo el ex alcalde Abel Gallardo que soñó con la candidatura a Diputado federal; en Salvatierra el control que pretendía el ex alcalde Rito Vargas; en Pénjamo varios grupos de poder, como el hoy diputado federal Erandi Bermudez, el diputado local Alejandro Flores, y el ex alcalde, Lalo Luna.
El novedoso proyecto de depuración se hará en cada uno de los comités municipales del PAN con el uso de tabletas electrónicas, se tomará la huella dactilar y vía internet se verificará en tiempo real con la base de datos del Instituto Nacional Electoral (INE), con la que se confirmará que el interesado no milita en otro partido político, que su identidad es la correcta, así como sus datos de contacto.
Después de la depuración del padrón vigente se espera abrir la afiliación a nuevos militantes, pero, eso sí, ya tendrán que hacerlo de manera personal en su comité municipal y bajo las nuevas reglas.
Ese nuevo padrón será el que defina las candidaturas de 2018, incluyendo el candidato a Gobernador. Al menos que el PAN opte por la ruta de las designaciones, pero entonces, ¿para qué quieren padrón?