Esto debido a que el ser humano requiere ir satisfaciendo cada escalón para sentirse firme en el siguiente y, si lo viéramos cuadriculado, es común que dejemos espacios o cuadros vacíos, implicando que nuestra pirámide resulte insegura para sostenernos, es decir, las bases no están firmes y cada nuevo paso hace que se tambalee.
Esta reflexión va enfocada a que hagas una revisión de qué tanto tienes cubiertas tus necesidades, qué razón tienes para dejarlas pendientes o evitarlas y en la medida en que les pongas atención y vayas satisfaciendo podrás sentir más estabilidad, tomar decisiones más firmes y con la seguridad de que eso es lo que requieres; sin quedarte en la aceptación de lo que te ofrecen aunque no sea suficiente para ti.
La importancia de la satisfacción de dichas necesidades recae en que si tú dejas huecos, estarás esperando que venga alguien a llenarlos o serás vulnerable a que cualquier persona lo haga y te impresiones con lo mucho que te conoce o le importas; cuando realmente lo que sucede es que te da lo que necesitas de forma oportunista porque descubre qué te hace falta; esto puede desembocar en relaciones dependientes y violentas, llevando a creer que así es como te toca o lo que te toca vivir, cuando en realidad es parte del autoengaño, del autoboicot que resulta de desconocer las necesidades más básicas que tienes.
Por ello, si una necesidad es una sensación de carencia, una expresión de lo que se requiere y que es indispensable para la conservación y desarrollo de un ser humano, que asocia el esfuerzo de corregir la privación; permítete reconocer qué necesidades tienes, para que ellas mismas provoquen en ti el deseo de satisfacerlas y busca la motivación para hacerlo tú mismo/a, así te darás la oportunidad de transformar tus necesidades en potencia, en energía de desarrollo personal y, teniéndolas cubiertas al máximo de tus posibilidades, puedas compartir tu vida con una pareja no por necesidad sino por gusto y con la seguridad de que realmente será placentera la relación que vivas, tanto sexual como de pareja.
Sexualidad y necesidades humanas (Parte II)
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