En nuestra sociedad, encontramos un sinfín de modelos que, se espera consideremos como lo adecuado o esperado por y para todas las personas. Esto, podríamos considerarlo en cuanto a ciertas cuestiones de seguridad, de comportamiento respetuoso, sobre el uso y manejo de ciertos aparatos y máquinas, etc., es decir, dichas situaciones normativas pueden ser consideradas para el orden, seguridad y respeto entre las personas.
Ahora bien, hay áreas de la vida en donde definitivamente, más que ayudar, perjudican a las personas y en lugar de contribuir en la búsqueda, camino y logro de metas, le van poniendo trabas e impiden que se llegue a ellas o simplemente dejan acercarse a algo similar, requiriendo conformarse con lo obtenido.
De esto, hay que diferenciar entre lo que es socialmente aprendido y lo que es parte de nuestra naturaleza, esencia, parte de cada persona, recordemos que hay tres áreas: biológica, psicológica y social, que con lo antes mencionado éstas viven oponiéndose una a la otra, llevando a que vivamos con mucho descontrol; este desacuerdo nos hace vivir en la contrariedad, la incongruencia y por lo tanto, en la inadecuación constante; situación que nos lleva a perseguir objetivos fantasiosos, impidiendo que seamos felices con lo que tenemos y somos.
El estar tan pendientes de los estereotipos hace pretender ser quien no se es para parecerse a alguien socialmente difundido como aceptada(o), llevando a que las personas vivan esperando cosas, situaciones y parejas que no llegarán ni por arte de magia.
Enfocándome en el plano de pareja y sexual, se llega a vivir esperando una relación perfecta repleta de placer, variedad y novedades; una pareja con específicas características físicas, se diría “bien dotada(o)”, con el pene grande, los pechos firmes, nalgas prominentes; emocionalmente se esperan muchas características: erotismo, romanticismo, firmeza (por no mencionar dominación), ternura, flexibilidad, sutileza, etc.; escenarios sexuales que cubran la expectativa o los deseos formados alrededor de; así como una gran sabiduría en el arte del placer, incluyendo prácticas y posiciones; del mismo modo, las personas suelen esperar de sí mismas lo que les han dicho o como han aprendido que se “debe ser y hacer”.
Con esto ¿cómo no esperar que en la vida de pareja y sexual haya altos niveles de frustración? Si todo lo que se hace, piensa, dice, siente tiene que adecuarse a lo esperado, haciendo caer en el error más común del ser humano, en lugar de preguntarse y aclararlo, se asume que lo que se ve y se ha aprendido es lo que las parejas esperan.
De aquí que en lugar de enfrentarse consigo mismo(a), observarse, conocerse, aceptarse y mostrarse tal cual se es, se insiste en ser y hacer “lo que creo que mi pareja espera de mi” y a la vez, “lo que yo espero de ella/él”.
Vivir así es pesado, cansado, decepcionante y frustrante para cualquier persona, por ello en ésta ocasión te invito a que dejes todo lo que escuchas, ves, lees o sabes sobre cómo ser, qué hacer y qué esperar de ti, tu pareja y una relación sexual y no sexual, es decir, DEJA DE COMPARARTE, de esperar lo que no tienes y sobretodo, evita centrarte en todo eso que no sabes, no puedes, no tienes, en general, que no eres, date la oportunidad de dedicarte a observar y conocer con objetividad lo que sí tienes, con lo que cuentas, cómo eres, cómo es tu pareja, qué les gusta de su relación de pareja y sexual, cuáles son las cosas, situaciones, posiciones, prácticas, pasatiempos, entretenimientos que si tienen con el objetivo de que aprendan a disfrutar lo que ya existe: su realidad.
A partir de aquí, es como podrás a solas y en compañía empezar a hacer cambios, a introducir nuevas situaciones a su vida que la hará cada vez más satisfactoria; en caso de ser necesario también eliminar aquellas que ya no te hacen ni les hacen la vida tan disfrutable.
Date permiso de ir eliminando aquellas expectativas que tanto anhelas o te han empujado a que cumplas y mejor ubícate en tu realidad reconociendo lo que sí puedes y tienes al alcance de tu mano, deja de ser la expectativa de alguien y conviértete en tu realidad.
Expectativa vs realidad
Descubre-te