Un siete a cero es una hoguera que reclama un sacrificio. Difícil que siga Osorio al frente de la Selección Mexicana. Pero no se confundan, y que no los quieran engañar, la salida de Osorio del Tri no es la solución, es solo la consecuencia de un escandaloso resultado.
No estamos hablando de culpables y análisis, el peor resultado en la historia de México en competencias oficiales es una mancha que no permite análisis sin que antes ruede una cabeza.
En contra de Osorio está que no tiene nada en un incipiente proceso que lo defienda, una gran racha de partidos sin perder no es un argumento para defenderlo ante lo que pasó el sábado pasado.
¿El Proceso?, en México los procesos se cortan por mucho menos que ese resultado. Cuántos técnicos necesitaron de una goleada para que fueran cesados, la mayoría tuvieron como pecado capital no alcanzar el quinto partido en un Mundial para que no siguieran al frente del Tri, aún y cuando habían sumado grandes pasajes en diferentes torneos.
Los tiempos, esos son los justos para darle las gracias a Osorio y buscar a otro entrenador. México está ya en el Hexagonal final. La salida del DT no afecta y por el contrario, calma las aguas.
No sé cual sea la decisión que tome el futbol mexicano, pero yo no veo cómo Osorio libre el corte. Si por menos otros que sumaban más tiempo y logros se fueron. No hablamos de si hay capacidad o no, ante un resultado como ese, todo análisis parecerá justificación.
Pero eso sí, el futbol mexicano, el organizado, el estructurado, el pensante, que no se engañe; que se vaya no Osorio del Tri no es la solución al problema, hay temas que atender con una selección que está secuestrada por los jugadores. Osorio caerá porque tiene que caer, pero no porque sea el único culpable. Que no nos quieran confundir: en la Selección hay algo que está podrido y no se va a acabar con la partida del entrenador.