En el Palacio del Saber,

en una pequeña colina

las hadas y los magos contentos se preparaban

para impartir muy gustosos 

los cursos de verano.

 

Por su parte los alumnos,

se encontraban ya inquietos

por aprender tantas cosas

que cambiarían su vida.

 

Era algo muy bueno

lo que sus maestros hacían,

al impartirles la cultura

tristemente tan escasa hoy en día.

 

Los padres de los niños 

pusieron su granito de arena

mandando a sus  hijos

a cultivarse a la escuela.

 

Aprendieron a ser escritores,

a leer y a declamar 

y todas las bellas artes

que ahí les pudieron enseñar.

 

Muy destacados los niños

estudiaron y aprendieron

recibiendo como premio

un reconocimiento y diploma

hecho por las mismas hadas y los magos

con polvo de estrellas y un pedacito de cielo.

 

Pero lo más importante de todo fue

que aprendieron a volar,

a volar con sus propias alas.

 

En el mundo del saber

todos estuvieron tan contentos y orgullosos

que al mismo rey invitaron

quien felicitó a la Escuela ALAS

por el gran triunfo logrado.

 

La Dra. Elisa Larios Monroy es Académica Asociada en la Academia Guanajuatense de Literatura Moderna. Si tú escribes o eres historiador, la Academia es para ti. [email protected]

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