Ese es justo el problema, el tinte biológico, nada atractivo por ser repetitivo y sin sustento más que saber lo que tienes en el cuerpo y para lo que se supone te tiene que servir… en algún momento.
En cambio, cuando hablamos de Educación para la Sexualidad o Educación de la Sexualidad, vamos llevando una secuencia de los hechos que se vivirán, sumado a las emociones, sensaciones, pensamientos, ideología, valores, actividades y eventos que se pueden presentar; su significado, importancia, valor en la generación de pensamientos, despertar de sensaciones y emociones; significado y razón de lo que se vive, para comprender los por qué de los cambios del cuerpo, de las emociones, de las reacciones físicas, de las manifestaciones del erotismo como tal, de las diversas maneras de expresar y sentir la sexualidad; todo lo que sea necesario para el cuidado y búsqueda de la salud sexual en todas las edades, desde el nacimiento hasta la muerte; prevención de abusos sexuales, violaciones, conductas de alto riesgo, infecciones de transmisión sexual, embarazos no deseados y no planeados, suicidios, bullyng, formación de parejas a edad temprana, por razones inadecuadas, formación y permanencia de parejas estables; en general, disminución de factores que sean un elemento de estrés y conflicto en la sexualidad de las personas con el objetivo de que deje de ser un punto débil y un peso extra que les impida desarrollarse con armonía y fluidez.
Por ello, independientemente de cómo se use el término, les invito a revisar el material que les han dado a sus hijas e hijos, así como las actividades planteadas para que descubran qué es lo que realmente se les pretende enseñar; porque como menciono, dicha educación es necesaria en todas las edades lo que ha hecho e impedido que se nos proporcione es el miedo que tienen las personas adultas a que sepamos “cosas que hacen los adultos, o sea, ustedes” y que por ello se les empiece a interrogar pero créanme la educación de la sexualidad nada tiene que ver con la confesión de sus actos, simplemente tiene que ver con que le ayudemos a niños y niñas a saber qué pasará con su cuerpo, emociones, ideas, cómo se irán desarrollando, conformando y cómo ir tomando decisiones con las consecuentes responsabilidades cuando así correspondan; nada diferente a la educación que ustedes como adultos y adultas hubieran deseado tener.
Lo único que si conlleva todo esto y, espero que no sea a lo que le huyen, es la responsabilidad, responsabilidad de quitarse el miedo a hablar, investigar, saber y educarse en el tema a ustedes mismo/as como adulta/os sean padre, madre, maestro, maestra o cualquier otro tipo de educador/a; así como a responsabilizarse conscientemente de sus actos.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *