En nuestra sociedad, la imagen cuenta mucho, incluso es considerada la tarjeta de presentación de una persona y por ella, juzgarle en positivo o en negativo.
A nivel individual es asunto no es muy diferente, si bien, conforme vamos creciendo elegimos y conformamos un estilo propio, éste va cambiando y lo adaptamos a la etapa de vida, ideologías, actividades, edad, nivel social, educativo, económico y diversos factores, entre ellos, la sexualidad y los estados de ánimo.
De aquí que adoptamos modas pretendiendo encajar en grupos a los que deseamos acceder por diversos intereses o bien, por la necesidad humana de aceptación que todas las personas presentamos; lo cual es perfectamente válido más, el problema llega cuando nuestro estado de ánimo no concuerda con la imagen que damos o queremos dar y en lugar de hacernos sentir bien, aceptado(a)s nos hace sentir inadaptada(o)s y esto suele suceder cuando nos vamos perdiendo por ser complacientes o por las emociones que nos dominan en el presente y que dejamos nos arrastren.
Con esto vamos perdiendo nuestra esencia, aquello que nos representa, que hemos formado y madurado, que nos hace ser seres sexuales con la expresión libre y honesta de nuestra sensualidad.
Al hablar de complacencia, podemos adquirir una imagen que dista mucho de lo que realmente nos gusta, teniendo que ser elegantes cuando queremos andar casuales, formales cuando nos gusta el estilo rockero o hippie, aparte de las solicitudes o exigencias sociales están las de pareja; existen personas que cambian por completo su imagen porque es lo que le gusta a su pareja aunque le haya conocido y conquistado del otro modo; hay parejas donde se siente el abandono por parte de alguna parte o mutuo y se nota en su arreglo; de aquí me paso a la influencia de los estados emocionales que no sólo se dan en pareja pero tienen repercusión en las relaciones.
Las emociones básicas son: miedo, amor, tristeza, enojo, alegría; son transitorias, momentos que vivimos y podemos estar bajo la influencia de varias de ellas en un día pero pasan y volvemos a la relajación, continuando con lo que estamos haciendo; ahora bien, cuando por alguna razón nos quedamos enganchado(a)s con alguna de ellas, ésta determinará la manera en que te vistas, arregles, los colores que uses, el estilo y todo lo que tiene que ver con tu imagen ya que a través de ella también se comunica lo que no dices pero sientes.
Continuará…

Verónica Palomo Martínez.Medicina General (UAG).
Sexología Educativa / Sexología Clínica o Sexoterapia 
Sensibilización y Manejo de Grupos. (Imesex).
E-mail: [email protected]

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