En mi artículo de la semana pasada mencioné que ojalá la propuesta de otorgar la medalla Belisario Domínguez al señor Gonzalo Miguel Rivas Cámara prosperara y se le diera esa presea post mortem. También dije que ello no sólo para resaltar su heroicidad, sino también para vergüenza de quienes no han sabido conducir el conflicto de los normalistas de Ayotzinapa por los caminos de la legalidad, moralidad y justicia.
Pues, bien, parece que en efecto la sola posibilidad de que al mencionado Rivas Cámara se le pueda dar ese reconocimiento ha causado escozor y preocupación en quienes, como antes dije, no han tenido un adecuado comportamiento al enfrentar el problema, pero también los que han sido señalados como los que causaron el incendio que privó de la vida a ese héroe, quienes quieren que esa actitud no se considere suficiente, argumentando aspectos que dejan muy mal parada su calidad de personas y hacen ver la falsedad con que se conducen en ocasiones.
En efecto, un perredista que es el secretario de la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez, manifestó su oposición en una entrevista, expresando que aunque no está en contra de que se dé la medalla al señor Rivas Cámara, la candidatura para esa debe evitar confrontaciones entre las fuerzas políticas y la opinión pública. Y para reforzar el despropósito también indica que el Senado debe privilegiar propuestas que generen consensos. Que la medalla no es para generar enojo y molestia.
En esas expresiones se ve claramente que lo que importa no es en realidad que a quien se le pudiere entregar el premio tenga la calidad necesaria, sino que aun pudiéndola tener no conviene políticamente que ello dé lugar a discusiones y a diversidad de opiniones. Se opone, pues, indebidamente, ese senador, a que haya conflictos en los grupos políticos que tienen otros intereses y no se pueda interpretar que la concesión de la presea es una especie de reproche para ciertas facciones, grupos políticos o para el gobierno mismo y eso no conviene. Es claro que para el PRD, que se ha resistido a condenar las actitudes vandálicas de los normalistas de Ayotzinapa, no es conforme a sus intereses el que los causantes del incendio sean a los que veladamente apoya.
La falsedad del argumento es evidente, no creo que pueda haber mejor motivo para otorgarla que el premiar a quien da la vida por sus semejantes en un conflicto en el que es ajeno. Si la actitud heroica y desinteresada molesta a algunos y da lugar a discusiones y disensos eso no debe en forma alguna argumentarse como un aspecto en contra. El suceso debe juzgarse por su propio valor moral y eso es lo que debe tenerse en consideración.
Otro que también en una entrevista realizada por la periodista Adela Micha se opone es el abogado que representa los intereses de los padres de familia de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos. Tiene la poca calidad humana de decir que no se ha probado que hayan sido aquellos los que comenzaron el incendio que hizo que el señor Rivas Cámara, al tratar de controlarlo, perdiera la vida y que se trata de criminalizar a los normalistas que han sido víctimas de los sucesos de Iguala y de otros en los que por la intervención de la fuerza pública han sido muertos o heridos. En relación a esto hay que decir que existen datos suficientes para poder señalar, pues incluso ellos mismos lo han venido admitiendo, que todos los hechos violentos realizados en protesta por el asunto de
los 43 desaparecidos han sido hechos por los propios normalistas para apoyar a sus compañeros caídos y a los padres de estos.
Pero, independientemente de quién haya realizado los hechos que hicieron que el señor Rivas Cámara tuviera que actuar, de lo que no puede haber duda es que esa persona con su actuar heroico benefició a muchos de los que estaban en ese momento ahí evitando su probable muerte. Negar tal circunstancia por intereses políticos es una verdadera estulticia. El recién fallecido escritor Luis González de Alba, uno de los genuinos y sinceros líderes del movimiento del 68, había expresado antes de su fallecimiento lo siguiente “Te habrán arrebatado la medalla Belisario Domínguez, Gonzalo Miguel Rivas Cámara, que salvaste cientos de vidas a costa de la tuya”. Ojalá no se cumpla lo que dijo el escritor señalado. Pero si sucede podría decirse copiando una mínima parte de un verso de Díaz Mirón: La adversidad podría quitarte el triunfo pero no la gloria.