Por parte de los hombres: se exponen al estrés que conlleva la noticia de un embarazo; viven la presión de la obligación de tener que casarse cuando no lo desean; por un embarazo no deseado requieren abandonar sus sueños, objetivos, planes de vida; se exponen a vivir la necesidad de cubrir su papel como proveedor principal a temprana edad; tienen hijos que no deseaban tener; viven emociones fuertes al proponer un aborto, pretender reunir los recursos necesarios, preocuparse porque el proceso salga bien; el abandonar y pretender olvidarse de uno o varios hijos; el tener que mantener a uno o varios hijos; o bien, que se les demande sorpresivamente por pensiones alimenticias; entre otras situaciones.
En relación a la pareja: tanto hombres como mujeres se obligan a vivir situaciones que no se desean; el embarazo es su objetivo pero lo logran sin el consentimiento de la pareja, es decir, la mujer puede mentir sobre el uso de algún anticonceptivo o de la etapa de su ciclo y el hombre puede utilizar tretas como que se rompe el condón, no usarlo, que se le sale, etc., la idea es que ambos desean la reproducción, la diferencia aquí recae en que una mujer solo se puede embarazar una vez al año, mientras que un hombre puede embarazar tantas mujeres como desee en ese mismo año; pleitos y discusiones porque algún miembro de la pareja desea algo y la otra parte no, como: tener hijos, que se lleve a cabo la interrupción del embarazo, el uso de métodos anticonceptivos; el vivir matrimonios obligados e infelices; entre otras situaciones.
En sí, podemos darnos cuenta que la falta de conocimiento, comprensión e interpretación de un Derecho Sexual nos puede llevar a preservar más violencia de la que ya vivimos pero no ejercida por alguien más que por ti misma y mismo, así como tu pareja te puede estar violentando y tu confiando que es por amor, que en su nombre y por el amor de tu vida estas en disposición de abandonar todo lo que deseabas, sin tomar la responsabilidad y el derecho que tienes de ejercer tus Derechos, los cuales no se contraponen con el amor, van de la mano.
Por ello te invito a que dejes de practicar la Violencia Reproductiva en ti y en tu o tus parejas y te des cuenta de la necesidad de usar métodos anticonceptivos para poder llevar a cabo tu Planificación Familiar. Para ello, es necesaria y obligatoria la comunicación en pareja, el llegar a acuerdos sobre el uso de métodos anticonceptivos, acompañarse solicitar información para tomar la decisión y a adquirirlos sean comprados o solicitados en los servicios de salud disponibles, donde se los proveerán gratuitamente; así como acudir por ellos con regularidad y aprender las instrucciones juntos, ya que su uso requiere ser compartido para que sean más efectivos y, del mismo modo, si algo se sale de sus manos, ambas partes lleven la misma responsabilidad.
Mujer, recuerda que por naturaleza, somos las únicas que pueden funcionar como incubadora y hombre, ten presente que un hijo es responsabilidad tuya, desde el cuidado de la madre hasta que nazca y le proveas cuidado, atención, cariño, compañía y no solo el apellido, dinero o tus genes.
Evitemos la Violencia Reproductiva practicando la Anticoncepción Compartida y la Planificación Familiar con respeto, responsabilidad y con amor a ti mismo, misma y a tu o tus parejas. 

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