Y ahora quién podrá ayudarnos?
Las finanzas de la Universidad de Guanajuato (UG) están en aprietos. Y eso es cosa seria.
Las obligaciones de pago por pensiones y jubilaciones se disparan año con año y no hay manera de hacerles frente pues los empleados universitarios gozan de bondades que no tienen el resto de los trabajadores al servicio del Estado, eso cuesta, y no hay un fondo específico que lo solvente.
La Máxima Casa de Estudios está en un momento complicado en el que está obligado a tomar decisiones que no son nada populares entres más de 5 mil trabajadores administrativos y académicos.
Los trabajadores universitarios son también parte del Instituto de Seguridad Social del Estado de Guanajuato (ISSEG), pero, a diferencia de los otros servidores públicos en los que el tope de pensión es de 22 mil pesos, en la UG se jubilan con el último salario o el mejor de los últimos tres años.
Lo anterior significa que la Universidad tiene que complementar hasta el 70% de ese fondo.
El 50% de lo que gastan anualmente en nómina se destina a pensiones, unos 495 millones de pesos. La UG tiene hoy 1,600 jubilados y 300 más que pudieran ya decir adiós y que, por fortuna para la Universidad, no lo hacen de golpe, sino difícilmente habría recurso que alcance para pagarles a todos.
El Plan de Permanencia de un sobresueldo del 25% motiva a los profesores a quedarse otros añitos
El rector general de la UG, Luis Felipe Guerrero Agripino, dio un primer paso y puso sobre la mesa de los dos sindicatos (académico y administrativo) el planteamiento de que la pensión no sea del 100% del salario sino del 93.5%, y que el personal activo haga una aportación al fondo que comience con un 0.5% del salario y aumente hasta el 6.5% en el 2029 (eso si entra en vigor a inicios del 2017).
Las condiciones de los que ya están jubilados no se tocan ‘ni con el pétalo de una rosa’. Y para quienes entren con el nuevo régimen sí deberían aportar desde un principio el 6.5% de su salario para el fondo.
El Rector se apoya para sacar adelante el plan en su secretario de Gestión y Desarrollo, Jorge Alberto Romero Hidalgo, quien en el arranque del gobierno de Juan Carlos Romero Hicks dirigió el ISSEG y empujó la reforma a la legislación estatal en 2002 para aumentar la edad de jubilaciones de 60 hasta 65 años de manera gradual, pues antes era de 55 años o con 30 años de servicio sin importar la edad.
Eran los tiempos de Arturo Lara López como rector de la UG, hoy titular de la nueva Secretaría de Innovación, Ciencia y Educación Superior del Estado. Le siguió José Manuel Cabrera Sixto. Ninguno le entró al fondo de la bronca en casa pues su cálculos económicos y políticos les daban para diferirlo.
Guerrero Agripino podrá o no tener la mayor de las simpatías de la comunidad universitaria y es cierto que está obligado a poner el ejemplo de ‘apretarse el cinturón’, pero nadie puede negar que algo se tiene que hacer ya para darle viabilidad presente y futura a las pensiones y jubilaciones de los universitarios.
Especial cuidado ameritara el trato para los trabajadores de menores ingresos en la UG
En la Asociación Sindical de Trabajadores Administrativos de la Universidad de Guanajuato (ASTAUG), que encabeza desde hace… (ya lo olvidé) Víctor Jiménez, no pinta oposición a la reforma.
En la Asociación Sindical de Personal Académico y Administrativo de la UG (ASPAAUG) la dirigente Lizbeth Reyes Montúfar respalda al Rector, pero en los sindicalizados no las trae todas consigo. El liderazgo del gremio tiene tiempo conflictuado pues persiste un enfrentamiento con su antecesora, Carmen Cano Canchola, derivado de una elección interna en la que ‘se dieron hasta con la cubeta’.
Y es que además está en juego no sólo el dinero para pagar pensiones, sino el crecimiento de la propia Universidad pues el presupuesto que se toma para esa ‘bola de nieve’ es el mismo que debe de servir para hacer crecer la infraestructura y los programas de estudio, y con ello lo fundamental: la matrícula.
¿Qué no haría la Universidad con 500 millones que hoy gasta en pensiones y jubilaciones? Ufff…
De entrada, concluir con la obra de las Torres de Laboratorios del campus León de la UG, en la sede San Carlos, que ya casi está, pero con amplio retraso precisamente por la falta de recursos. Esa obra es fundamental para complementar la formación de los estudiantes de la División de Ciencias de la Salud.
Para dar una dimensión al gasto hay dar un vistazo al presupuesto de las siguientes dependencias del Gobierno del Estado: Instituto de Cultura (156 mdp), Instituto de Ecología (63 mdp), Instituto de la Mujer (81 mdp), Instituto del Migrante (80 mdp), Instituto Guanajuatenses para las Personas con Discapacidad (72 mdp), Procuraduría del Ambiente y Ordenamiento Territorial (27 mdp). Así que todas esas juntas este año ejercen 479 millones, todavía unos milloncitos menos que las pensiones en la UG.
De acuerdo a la propuesta de Presupuesto de Egresos 2017, que el gobernador Márquez presentó al Congreso Local a su aprobación, para la UG se contemplan 2 mil 431 millones de pesos, un 3.3% más.
Este problema de pensiones lo padecen gran parte de las universidades públicas del País.
Guerrero Agripino puede sortear su Rectoría aún sin la reforma, pero al que viene le va a explotar.
Posada tricolor
Esta semana inician las posadas y los primeros en comenzar la fiesta son los abatidos tricolores comandados por el jefe municipal, Luis Felipe Luna Domínguez.
La fecha de la piñata es el próximo miércoles 14 aunque por ahora no se ha definido el lugar.
Algunos priístas quieren que su posada quede abierta a todos los capitalinos, de cualquier color y sabor y proponen que se realice en la Plaza Allende, aunque otros prefieren ir a la zona sur en donde habitan familias de escasos recursos.
Los tricolores están entusiasmados con la posada gracias a la hiperactiva exregidora Avelina Aguilar González, quien es secretaria del Comité Municipal y además mueve los hilos entre los asesores de los diputados locales en el Congreso del Estado.
Tiene como su brazo a derecho a Miriam Alejo Torres, dirigente local del ONMPRI (Organismo Nacional de Mujeres Priístas).
La dinámica de Avelina la coloca como el pilar del Comité del PRI en Guanajuato, capital, pero principalmente su cercanía con el dirigente estatal y diputado local, Santiago García López, y legisladores como el coordinador de la bancada, Rigoberto Paredes Villagómez.
La posada será la oportunidad de que los tricolores se muestren unidos y felices en torno a su alcalde Édgar Castro Cerrillo, a quien sus regidores en el Ayuntamiento como Iovana Rocha Cano, así como Ramón Izaguirre, tienen muy abandonado.
Pagan capitalinos la fiesta
Hablando de fiestas, este jueves los síndicos y regidores del Ayuntamiento capitalino, a propuesta de Iovana de los Ángeles Rocha Cano, tendrán su convivio para 19 asistentes, pagados con los impuestos de los capitalinos en un sitio “top secret”.
Este convivio es distinto a los pasados pues antes los síndicos y regidores sacaban unos pesos de su bolsa para comprar regalos, los cuales rifaban entre los asistentes.
Pero se dice que esta vez, y a petición del regidor del Partido Verde Ecologista, Carlos Enrique Ortiz Montaño, los regalos también se comprarán con el erario municipal. Quienes saben comentan que el regidor del PVEM se vio muy espléndido al proponer ante la Comisión de Administración que los gastos de la fiesta sean a cuenta de los impuestos que pagamos los capitalinos…
En fin que habrá que esperar cuánto cuesta la fiesta patrocinado por todos nosotros.