Otoño
Va avanzando el otoño
la tarde del año
con su sol amarillo
y su cielo azul tenue…
algo ciertamente gris.
Gris puede ser la palabra 
denota una tristeza íntima
tatuada en la epidermis
pero tratando de ocultarse 
a los ojos intrusos.
El andar no es lento debido a la fatiga
es sólo que se amplía el poder de observación
y a cada paso se analizan los recuerdos
y se siente la nostalgia del calor del verano con el sol pleno en el cuerpo desnudo
El aire sopla en la tarde del otoño
revuelve el pelo y hace nidos en el alma
que irradian vientos interiores
que agitan la conciencia
y perturban el sueño con su danza nocturna
Amanece en el otoño.
El sol asoma y revienta de amarillo.
El otoño es dorado en los campos
que advierten ya el reposo invernal.
El ciclo que termina.
Te necesito
Te necesito como el mundo necesita de la primavera para florecer
y en las mañanas solitarias
cuando los sueños me abandonan
sólo me queda la rutina cotidiana
ducharme – tomar una taza de café
peinarme sin prestar atención al espejo
y correr para no sumar otro retardo.
Te necesito como la tierra necesita del verano para producir
y ensoñando enredado entre tus muslos
buscando con ansiedad la cúspide
me encuentro en el escritorio
firmando displicente la bitácora
me despido de los compañeros
musitando un agridulce hasta mañana.
Te necesito como la fruta necesita del otoño para madurar.
Camino encorvado en la tarde 
luminosa frente al sol 
que declina al volver la mirada sólo veo una sombra y si bien me niego a llorar
una lágrima resbala lentamente
cae y saboreo mi tristeza.
Te necesito como el año necesita del invierno para cerrar el ciclo
me recuesto consumiendo 
un cigarro en formas humeantes caprichosas
rumores de la radio en cualquier estación
y el cuarto pequeño se agiganta con tu ausencia hasta alcanzar dimensiones increíbles como los sueños que recomienzan.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *