De repente hojeo un libro escrito por José María Carrascal, español, que fue marino mercante, profesor de español y traductor antes de encontrar su verdadera vocación, la de periodista. El título del libro es: El MUNDO visto a los 80 Años. En la contraportada de esa obra está escrito lo siguiente: “Después de más de medio siglo persiguiendo la última noticia –el Muro berlinés, los presidentes norteamericanos asesinados o depuestos, las revoluciones cultural y conservadora, la llegada a la luna, la guerra fría y las calientes, el fin de una historia y su vuelta a empezar-, José María Carrascal vuelve la vista atrás y se encuentra con un siglo XX convertido en un gigantesco rompecabezas donde nada es lo que era. Han caído imperios y surgido otros; personajes rutilantes han resultado charlatanes y las ideas más sólidas, anécdotas. Solo el hombre continúa siendo el mismo: un ser inquieto hasta la osadía, transgresor de las leyes naturales y autor de otras morales, capaz de los mayores crímenes y de los mayores heroísmos. Ya con la mujer al lado, dispuesta a ser la protagonista del siglo XXI”.

Las expresiones de Carrascal muy seguramente pueden acercar recuerdos similares de nosotros, los mexicanos, los que ahora frisamos los 80 años de edad. Pero acá, en nuestro país, han bastado quizás hasta menos añales que los comprendidos en un sexenio de administración pública, para ver que las historias van y vienen levantando ánimos o dejando sus caudas de desesperanzas perennes. Pero bueno, bien lo establece por ahí doña Cristina Pacheco en su interesante título de programa televisivo: “Aquí nos tocó vivir”. Cristina, en el título mencionado, pareciera situarnos ante un hecho sobre el cual no hay nada más que hacer; y, sin embargo, la Pacheco, muestra en sus entrevistas la hábil manera de salir a flote de miles de personas que trabajan en forma verdaderamente ardua y pasional. Vaya, hay que reconocer que México está hecho por esos héroes que calladamente laboran en todos los instantes de la vida diaria. Si el excelso poeta León Felipe calificó, en su tiempo, a España de ir hacia el infierno, pensamiento que podríamos extrapolar ahora para nosotros y el mundo en estos albores de siglo, Cristina Pacheco, negando esa absolutez, felizmente da salidas prácticas y probadas. Sí, claro, el trabajo honesto, fecundo y creador arropa a toda persona que lo realiza y lo mantiene lejos de estridencias y maldades escenográficas.

Comentarios a: [email protected]

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *