¿Qué podría ser más hermoso que una temporada donde los colores, la música y los regalos se disfrutan con mayor sentimiento y pasión? Para todos aquellos que tienen la religión católica, saben que el año se divide en dos fechas importantes; el nacimiento del Salvador y la muerte y resurrección del mismo. Este artículo, será diferente a lo que he escrito la mayoría del año. Con esto no pienso modificar la opinión de ningún individuo que lo lea, pero quiero aportar mi grano de arena en cuestiones religiosas y civiles. ¿Por qué? Religiosamente porqué estoy llamada a dar testimonio de amor (estilo de vida y la religión que Cristo nos enseñó) y debido a que anhelo que Él nazca en los corazones de todos, esta navidad.
Hablando civilmente porqué tengo algunas preguntas existenciales ¿De verdad podemos llamarnos civilizados? ¿Somos realmente humanos, la raza superior a otros animales no pensantes? A que van mis preguntas. Es el siglo XXI, se supone que el humano ha avanzado en cuestiones tecnológicas, medicinales, ecológicas y de educación pero entonces ¿Por qué no vemos una mejora a nivel global respecto a la ecología, pobreza y muertes debido a guerras sin sentido?
<< 28 millones de mexicanos no tienen acceso a la alimentación, lo que significa que difícilmente tendrán la oportunidad de una cena navideña, en contraste, los 500 diputados federales quienes recibieron medio millón de pesos entre aguinaldo, bono navideño y fin de año “Banco Mundial”>> ¡28 millones! ¡Y eso que sólo nos estamos refiriendo a un país en específico! Ahora situémonos a nivel global. <<Según el Banco Mundial 1.300 millones de pobres viven en el mundo, la mayoría de los países de África y los del Sur de América y Asia, sufren hambrunas de forma periódica >>
Los niños son los que más sufren este mundo hostil, las guerras son acontecimientos estúpidos y barbaros, llenos de política e intereses monetarios; problemas de adultos que jóvenes, adolescentes y niños tienen que enfrentar día a día. Mueren a temprana edad, sufren de falta de alimento, muertes agresivas por bombardeos, infecciones por heridas, no tienen hospitales, no saben lo que es la felicidad ¡Les fue arrebatada! << En MSF llegan a la misma conclusión y estiman que en 2015, las mujeres y los niños constituyeron entre el 30 y el 40% de las víctimas de la violencia, lo que indica que las áreas con población civil fueron atacadas de forma continuada mediante bombardeos aéreos y otros métodos “Elespañol.com”>> la Guerra de Siria lleva cinco años destruyendo sueños y familias. ¡¿Por qué deben sufrir tanto?!
Esto es cosa seria, si en verdad tuviéramos un poco de civismo trataríamos de hacer que el mundo fuera un lugar mejor para todos. Los hombres creen que no necesitan la naturaleza, mientras tengan dinero suficiente para comprar sus lujos ¡pobres ingenuos! El consumismo envicia sus vidas, venden su alma al diablo por las tarjetas de crédito, acumulan ropa que no necesitan, compran zapatos por montón, relojes, joyería: la comida se desperdicia a nivel mundial; los restaurantes, las empresas que generan alimentos, los supermercados, en el campo, se tira alimentos que podrían beneficiar a miles de familias. Sé perfectamente que cada uno puede hacer lo que desee con el dinero por el cual trabaja, pero de vez en cuando sería perfecto que intentáramos vernos en el lugar de todos aquellos que mueren de frío, hambre y enfermedades.
Siento que al humano se le ha desvanecido el alma, ha olvidado su verdadera esencia convirtiéndose en uno de los demonios a los que tanto temía; algunas almas bondadosas, siguen regalando luz dorada a todos aquellos que viven entre oscuridad. Hay personas con alegría hasta para obsequiar. Esas personas, son como las flores, es necesario cultivarlas y cuidarlas; la maldad enreda y envenena, acaba con los brotes nuevos que trae la primavera. El mundo se está sumiendo en las tinieblas. El trabajo pasa un primer plano, vivimos esclavos de nuestros miedos, necesidades y lujos innecesarios, dejando de lado lo importante. El humano se cree auto suficiente, no necesita de Dios para ser feliz; mal gasta su cuerpo, salud y fuerzas en cosas materiales obsoletas, superfluas y banales. Los animales son para maltratarse, olvidando que también sienten. Los valores interpersonales y familiares, se han perdido. Las familias son simplemente alguien con quien se vive. La mercadotecnia, te vende figuras y rostros prefectos, sólo estando así, eres aceptado.
Por eso viene la iluminación, un mensaje de paz y amor verdadero, uno que no se envuelve, ni se compra por internet, comercios o se fabrica; el regalo de que Cristo nazca en nuestros corazones. Si todos intentaran leer las escrituras, permitir que nuestro corazón se renovara, viviera tranquilamente y lleno de esperanza, todo sería diferente. Él vino a este mundo a enseñarnos que es el amor, la misericordia, el perdón, el vivir con fe.
La vida es un instante, un pestañeo, algo fugaz; ¡todo sería tan fácil si siguiéramos los dos mandamientos más importantes que Cristo nos dejó!
1. Amarás a tu prójimo como a ti mismo
2. Ámense los unos a los otros como yo los he amado.
El amor, es lo esencial en este mundo, no hay que permitir que el mal gane y envenene nuestras almas, vivamos tranquilos y ayudando, amando, y viendo por los demás. Si amáramos de verdad, no existirían guerras, hambre, muertes e intereses bobos. Si tan sólo viéramos cuanto valemos; la sangre de Cristo es sagrada, un precio alto por amor a nosotros. Si supiéramos cuanto nos ama Dios, no estaríamos por la vida deprimidos y sintiéndonos solos. Si supiéramos que lo importante es la eternidad Santa, no acumularíamos tesoros que la polilla deshace con los años, ¡seríamos libres!