Antes que nada, a los aficionados al béisbol, los mejores deseos para este año 2017, que pinta muy delicado como pocos en los años recientes. En ello, el pasatiempo como lo es nuestro deporte favorito, debería de jugar un papel muy importante al contribuir a la distracción de tanto problema que nos aqueja en los distintos ámbitos. Pero resulta que este pasatiempo de la “pelota caliente” también tiene sus problemas.
Se reciben noticias por parte de nuestro estimado colega el cronista sonorense Jesús Rubio y su conocida columna “Al Bat”, de que prácticamente se encuentran “tomados del chongo”, los propietarios de los equipos de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), luego de que como resultado de álgida asamblea reciente, han quedado profundamente divididos los dueños en virtud de opiniones que tienen que ver con el número de peloteros extranjeros, los mexicanos-americanos que incorporan y el número de novatos. El presidente, Plinio Escalante prácticamente ha renunciado y todo ello ha puesto a temblar a las nuevas franquicias de Bravos de León y Durango, que ya se daba por hecho su aceptación para iniciar el torneo en ésta primavera. Habrá que seguir con detalle lo que sigue, pues se habla de un gran cisma en la estructura de la LMB.
Mientras se desarrollan ya los “play-offs” de la Liga Mexicana Invernal (la final Diablos contra Pericos de Puebla) y de la Liga Mexicana del Pacífico (Cañeros de Los Mochis vs Tomateros de Culiacán y Águilas de Mexicali vs Naranjeros de Hermosillo), el torneo de invierno “Nahún Landeros” se desarrolla con bastante fluidez e interés tanto en la primera categoría como en la llamada intermedia o especial. En la primera fuerza, Tapeteros, con base en jugadores de Silao, novena de pelota agradable, va a la cabeza aún invicta, ya con el inicio de la segunda vuelta. Y debo de referirme al lamentable incidente ocurrido en el encuentro, trepidante por cierto, entre Tapeteros y Piratas, donde en la última entrada, una apretada jugada en el plato, con decisión de “quieto”, derivó en que los dirigentes en el campo de Piratas prácticamente avasallaran al ampáyer de home verbalmente y con empujones, lo que lo hizo rodar por los suelos y lamentablemente también, sin que nadie lo protegiera. La directiva de la Liga Municipal tomó cartas en el asunto y suspendió a loa agresores por varios partidos, siendo necesario el que se revise la reglamentación interna y sea nombrado, pues parece que no existe, un alto comisionado que sea referente para poner orden a estas situaciones. Siempre se despertarán pasiones, pero debe de haber un límite y un respeto hacia la autoridad en el campo. Ahora vemos en las grandes ligas y ya en la Liga Mexicana del Pacífico, las jugadas dudosas son consultadas por los ampáyeres con el alto comisionado para evitar situaciones que puedan derivar en grescas y situaciones que lamentar.
En una nota agradable, recordar al amable público beisbolero, que en el espacio dedicado al Salón de la Fama de nuestro béisbol, en el mismo estadio “Aguilar y Maya”, se puede visitar la exposición fotográfica “Una Mirada al diamante”, que permanecerá en ese lugar hasta el mes de marzo.

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