¡Que vivas tiempos interesantes!
– Antigua maldición china
Hace días reflexionábamos sobre el tiempo que nos tocó vivir y el enorme reto que nos plantea. Tiempo de trancazos, de muros, de incertidumbre; sin duda tiempos interesantes, tiempos para forjarnos entre el calor y los golpes. Este reto nos exige que nos llenemos de fuerza sin violencia, de amor sin victimismo, de ligereza sin superficialidad. Fuerza, Amor y Ligereza son las cualidades que podemos poner en esta forja.
Este es el mejor momento para ser guerreros no violentos. Si ves a un niño pequeñito te darás cuenta que está lleno de fortaleza: grita a todo pulmón, sabe lo que quiere sin ninguna duda, si con su manita toma tu dedo, te sorprende su fuerza. La fortaleza no es algo que encontramos afuera, sino que vive dentro de cada uno de nosotros, es una energía al alcance de todos esperando que la desarrollemos y aprendamos a utilizarla. Algunas ideas para cultivarla:
• Párate firme. Arraiga bien los pies en la tierra, mira hacia el frente, toma una respiración y nota tu solidez, mira los retos cara a cara.
• Aprende a decir que no. Cuida tu tiempo y tu energía, dedícasela a lo que es valioso, di “no” sin ninguna culpa.
• Cumple todas tus promesas. ¡Sobre todo las que te haces a ti mismo! Si tienes dudas sobre tu capacidad para cumplirlas, mejor ni la hagas.
Este también es el mejor momento para ejercitarnos en el amor, otra fuerza universal a nuestro alcance desde siempre; la ternura, la suavidad, ¡la sonrisa! son patrimonio de todos. No necesitas escoger: puedes ser fuerte y amoroso (de hecho el reto así lo exige). Te comparto 3 maneras de ejercitarnos en el amor:
• Lleva tu mano derecha a la zona de tu corazón. Toma una respiración profunda y dale un suave masajito mientras te dices: “gracias” “te quiero” “te perdono”.
• Escucha un poco más y habla un poco menos. Busca entender honestamente, construye puentes en lugar de muros.
• Dile a la gente que está cerca de tu corazón porqué son importantes para ti. No les exijas, ofréceles.
Y sin duda este es el mejor momento para volvernos más ligeros, para recuperar el juego y la risa. Nadie tiene que enseñártelo, simplemente recuerda. ¿Sugerencias? Ahí te van:
• Ríete de ti mismo. Hazlo con cariño pero ríete.
• Juega sin competir. Arma un rompecabezas, lee un cuento infantil, echa a volar tu imaginación.
• Date chance de equivocarte. Ni te apures, con permiso o sin él de vez en cuando regarás el tepache, así que disfrútalo (y aprende).
¡Fuerza, Amor, Ligereza!
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