Como lo señalé en el último trabajo que escribí para los lectores de este diario amigo, ahora me remito a platicar algo, el final, sobre lo que es tan importante para nosotros los irapuatenses, la relevancia e importancia de los decretos expedidos en ‘La Constitución de 1824’ por el Honorable Congreso del Estado de Guanajuato, años de 1824, 1825 y 1826. Recordemos algo de lo que escribí en el trabajo anterior, resumen de la presentación de la edición respectiva: la Génesis de un Estado es tema que ha ocupado a estudiosos de diversas áreas del conocimiento. En el caso concreto de Guanajuato como entidad federativa, tiene como punto de partida al igual que en resto del país, la consumación de la independencia y el primer esfuerzo institucional de parlamentarismo, mismo que en los estados tomó el nombre de Diputación Provincial. El año de 1824 significa un parte aguas en la Administración Pública Nacional, debido a que después del paréntesis o efímero imperio de Agustín de Iturbide y que se retornara al diluido Congreso en la entonces Junta Nacional Constituyente, este cuerpo legal inició los trabajos para lo que fue la gestación del nuevo estado mexicano, ahora bajo la forma de república federal, en la que cada uno de los territorios de sus entidades federativas, conformaron el actual estado nación.
Luego de una larga y profunda cuestión por parte de los miembros de la Junta de Gobierno y Coordinación Política de la LXII del Congreso del Estado, emitió temas tan importantes como la formación de los tres poderes en que estaría formado el nuevo Estado; algunas adenda en los cambios de nomenclatura, denominaciones como la Congregación de Nuestra Señora de los Dolores, La Villa de Irapuato y San Miguel Hidalgo que, después de la juramentación local, cambiaran sus estatus, el uso de papel moneda, y otros asuntos que en su conjunto daría forma y sentido a Guanajuato como estado.
Estos trabajos los realizo, uno, como parte de los festejos por la promulgación de la Constitución de 1916-17, así como, dos, debido a que los cronistas del estado fuimos invitados el tres de diciembre pasado a la ceremonia conmemorativa de los festejos de esa promulgación en el nuevo congreso del estado, casi en las inmediaciones con el poblado minero de Marfil. El resultado fue el compromiso que tenemos los cronistas de difundir nuestros valores, respetarlos, defenderlos y, como en este caso difundirlos a través de los medios de comunicación.
Continúo resumiendo algunos de los Decretos que de ella emanaron; el Número 30 explícitamente señala: El Congreso del Estado libre y soberano de Guanajuato ha tenido a bien decretar. Que la congregación de Irapuato se titule Villa de este nombre, desde el día en que allí se jure la Constitución Política del Estado. Lo tendrá entendido el Gobernador, y dispondrá se imprima, publique y circule. Dado en Guanajuato a 8 de marzo de 1826. Vicente de Umarán, Vicepresidente. Domingo Chico, D. S.. José Mariano García de León, Diputado Secretario. El Decreto Número 31 señala lo siguiente: El Congreso del estado desando solemnizar el día en que fue secundado por las tropas del mismo, el glorioso grito de Independencia que resonó en Iguala: Decreta. Que el día 16 de marzo se tenga por fiesta cívica en el Estado. Lo tendrá entendido el Gobernador del Estado, y dispondrá se imprima, publique y circule. Dado en Guanajuato a 8 de marzo de 1826. Vicente Umarán, Vicepresidente. Domingo Chico D. S.. José Mariano García de León, Diputado Secretario.
El Decreto No. 33 indica. El Congreso Constituyente del Estado libre de Guanajuato, habiendo tomado en consideración las propuestas que le hicieron algunos de sus Diputados, apoyados en razones de conveniencia para la hacienda pública, no menos que el expediente instruido a solicitud de varios vecinos y comerciantes de Irapuato, pidiendo el restablecimiento de los mercados conocidos con el nombre de tandas; ha venido a decretar. 1o Se restablecen en esta capital y en Irapuato los mercados conocidos con el nombre de tandas; comenzando desde los próximos meses de abril o mayo en el día que correspondieran practicarse si no se hubieran interrumpido. Este día se avisará por papeles público anticipadamente, y se continuará practicando dichos mercados en los mismos periodos que se acostumbraran antes del año de mil ochocientos diez. 2o Todos los efectos que son propios de la tanda quedan libres de estar mercados de los derechos de Alcabala y de cualquier otro sea general o municipal. 3o No se comprenden con dichos efectos los extranjeros de cualquier naturaleza que sean, entendiéndose por tales, todos los que pertenezcan a países son sujetos a la República Mejicana; y por lo consiguiente no gozan del privilegio del artículo anterior. 4o Tampoco se entenderán por efectos tanda, ni gozarán del expresado privilegio los que se llaman del comercio y son de diario y general consumo como el maíz, trigo, harina, garbanzo, frijol, lenteja, haba, arroz, cebada, chile seco, camarón, charal pescado de mar, cacao, azúcar, piloncillo, panocha, sal, queso añejo, fideo, carnes frescas que no sean de casa, bebidas embriagantes, lana, algodón, cebo, jabón, ocote, leña, carbón y las maderas; cuyos efectos todos quedan sujetos a los derechos correspondientes. 5o Todos los demás que nos haya comprendido en los demás artículos anteriores, ya sea producciones naturales, industriales, o artefactos, aunque estos estén manufacturados con materias privilegiadas o con los que no lo son, y aun cuando sean extranjeros con tal de que el artefacto sea del país gozarán de la franquicia de esta ley. 6o Como la referida franquicia es concedida con respecto a las tandas, solo la gozarán los efectos privilegiados que se introduzcan para expenderse en ellos, la víspera del mercado y día de él hasta la plegaria de las doce, tomándose razón de ellos por la respectiva aduana. 7o Los efectos que se introduzcan antes o después del termino asignado quedará sujeto al pago de derechos. 8o Esta franquicia se concede para dos años, que comenzará a contarse desde el día que se celebre la primera tanda en cada lugar de los privilegiados. Lo tendrá entendido el Gobernador del Estado, y dispondrá que se imprima, publique y circule. Dado en Guanajuato a 30 de marzo de 1826. José María Esquivel Salvago, Presidente. José Mariano García de León, Diputado Secretario. Mariano Leal Araujo, D. S.
Más información con respecto a estos Decretos existe, pero por falta de espacio, dada tanta información que deseo verter sobre la vida de Irapuato, termino estos comentarios temporalmente. En alguna otra ocasión continuaré. Este Decreto es muy importante pues, hasta hace algunos años –anteriormente al desarrollo industrial, agropecuario y otros- la actividad de compra y venta de alimentos y artículos para el hogar era fundamental para la vida ciudadana, tanto los que vivían en la población como en las vastas comunidades rurales que existían y aún se dan en nuestro municipio. La tanda, se daba en lo que actualmente es la Plaza Hidalgo, a un costado del Mercado Hidalgo. Ella se sorteó luego, para que un día de cada semana se realizara en una de las cabeceras de los conglomerados humanos. A Irapuato le tocaba los domingos, día en que muchos rancheritos y rancheritos venían a Misa en la mañana y regresaban a sus ranchos, haciendas, etc. al mediodía. Por esta razón, para que descansaran las personas dedicadas al comercio, cerraban la tarde del jueves y los domingos en la mañana abría el comercio aprovechando, como lo señalo, todo es gran grupo de personas del área rural para hacer sus compras. Esta actividad comercial se extendió luego. Durante el tiempo que viví en Guatemala, en la zona de los altos, la indígena en su casi totalidad, se daba –y todavía subsiste-, igual, cada día de la semana se desarrolla esa actividad en una cabecera poblacional; en Coatepeque, San Antonio Aguascalientes, Momostenango, Quezaltenango, Huehuetenango y otras más.
Irapuato, nuestro municipio detenta algo notable –entre otras cosas buenas- y es el hecho de que es el municipio, entre los 46 que conforman el Estado de Guanajuato, que tiene más habitantes en los campos, en el área rural y esto es bueno porque significa que han enraizado muy bien en sus tierras y poblados, y que nuestros campos, los mejores de la región, continúan produciendo.
Para terminar, quiero comentar algo que para Irapuato es interesante. El pasado día 15 de febrero asistí con Arcelia mi hermana, a la Ceremonia de entrega del Reconocimiento bautizado con el nombre de ‘Vasco de Quiroga’ al ciudadano, persona física y viva, que, según un jurado calificador, luego de convocatorias realizadas a través de los medios de comunicación locales, seleccionar a quien, según ellos, representa y vive las cualidades y virtudes de Don Vasco de Quiroga, benefactor de Indios, como; entrega, amor por los enfermos y necesitados, humilde, generoso, pero, igualmente, por aquellas personas que se hayan distinguido y continúan trabajando por Irapuato, en los campos de la medicina, la industria, el comercio, la agricultura, el campo religioso y asistencial, la difusión de las artes, la historia, la literatura, las ciencias sociales y humanistas y todo lo que significa un avance en favor del conocimiento y progreso de las personas que conformamos nuestra ciudad y municipio. La ceremonia fue sencilla pero sentida. Nuestro Alcalde, el Arquitecto Ricardo Ortiz Gutiérrez entregó, a nombre del pueblo de Irapuato la presea mencionada a la señora Lolita Garduño amplia y entregada trabajadora en el hospital Civil, o General, de nuestra ciudad. En esa ceremonia es importante señalar que brilló intensamente la actuación de la Orquesta Sinfónica de la Secretaría de la Defensa Nacional -SEDENA- con sede en nuestra ciudad. Es importante recalcar que, siendo Presidente del Patronato del Parque Hidalgo y su evento Expo Fresas A. C.’, el Ingeniero Sebastián Martínez Castro instituyó este reconocimiento que anualmente se continúa entregando; esto fue en el año de 1974. Honor que tuve de colaborar con él –al igual que un grupo numeroso de personas-, durante 27 años de mi vida en las áreas de encargado de las ‘actividades de culturales’ y del ‘comité de reinas’, al principio junto con don Luis Pérez Huarte, hasta que él falleció.
Gracias y continuaré en otro próximo trabajo de historia.