Existen ciertos aprendizajes básicos, que denominaremos alfabetizaciones vitales básicas que se refieren a conocimientos y habilidades básicas, de diversas magnitudes y alcances, que componen repertorios de capacidades que impactan el desarrollo y el bienestar vital de las personas. Las definiremos para comprender su valor educativo y la necesidad social de un país para impulsarla en sus ciudadanos.
La alfabetización en salud es el grado en el cual los individuos tienen la capacidad de obtener, procesar y entender, tanto la información básica de salud, como los servicios de salud necesarios para tomar decisiones de salud apropiadas. La alfabetización para el ocio es el proceso mediante el cual la gente se vuelve consciente del valor del tiempo libre, y puede crear o acceder a una variedad de oportunidades de ocio que les permitan satisfacer sus necesidades individuales. La alfabetización financiera es la comprensión de varias áreas financieras para tomar decisiones apropiadas acerca de inversiones, seguros, bienes raíces, pago de colegiaturas, presupuestos y ahorros para el retiro. Supone la aptitud de manejar principios y conceptos financieros como los de interés compuesto, manejo de deudas, y el valor temporal del dinero.
La alfabetización interpersonal es el conjunto de habilidades de escucha, de comunicación verbal y no verbal, de inteligencia emocional, y de trabajo en grupos y/o equipos. Alfabetización crítica es el proceso intelectual disciplinado de conceptualizar, aplicar, analizar, sintetizar y evaluar, de manera activa y hábil, información obtenida o generada por observación, experiencia, reflexión, razonamiento o comunicación, como una guía para creer y para actuar.
En su forma ejemplar, está basada en valores intelectuales universales que trascienden las divisiones disciplinarias: claridad, exactitud, precisión, consistencia, relevancia, evidencia sólida, buenas razones, profundidad, amplitud e imparcialidad. La alfabetización emocional es la capacidad de manejar emociones de tal manera que mejora el poder personal y la calidad de vida propia, y de las personas a nuestro alrededor. Ayuda a que las emociones trabajen para uno, en lugar de que lo hagan contra uno. Mejora las relaciones, crea responsabilidades amorosas entre la gente, hace posible el trabajo colaborativo, y facilita el sentimiento de comunidad. La alfabetización política es la capacidad de diferenciar las políticas de los partidos políticos principales, así como comprender cómo trabajan las instituciones democráticas, cuál es su importancia, y conocer cómo votar.
El desarrollo de ciudadanos políticamente conscientes supone que tengan una base de habilidades que los haga capaces de identificar los prejuicios y la exageración, analizar críticamente diferentes piezas de evidencias, sopesar las fuentes y llegar a conclusiones, y desarrollar habilidades para investigar asuntos, que la gente sea capaz de pensarse a sí mismos como ciudadanos activos, deseantes, capaces y equipados para tener influencia en la vida pública.
Alfabetización para el consumo es el conocimiento del consumidor acerca de productos y servicios, precios, expectativas que pueda tener respecto de las ofertas, prácticas de comercio estandarizadas, etc., mismo que le permita tomar decisiones inteligentes de compra, y llevar a cabo acciones, fundamentadas legalmente, de reclamo por anomalías en sus compras. Alfabetización nutricional es la capacidad para la adopción voluntaria de opciones de comida conducentes a tener salud y bienestar. Alfabetización ambiental es la capacidad de percibir e interpretar la salud relativa de los sistemas ambientales, y tomar acciones apropiadas para mantener, restaurar o mejorar la salud de esos sistemas.
La alfabetización digital es la habilidad de entender la información, evaluarla e integrarla en los múltiples formatos que la computadora ofrece. Todas estas alfabetizaciones esperan ocupar el importante lugar que les corresponde en la escuela.
Alfabetizaciones vitales básicas
La alfabetización en salud es el grado en el cual los individuos tienen la capacidad de obtener, procesar y entender, tanto la información básica de salud, como los servicios de salud