Este plantel cuenta con 18 salones y alrededor de 2 mil alumnos con horario matutino y vespertino, en esa ocasión que se impuso el nombre del Maestro Pichardo a la secundaria, también se celebró el décimo aniversario del plantel y con ello su nuevo nombre, el de una persona que en vida fuera promotor cultural como director del Museo Casa Diego Rivera y del Museo del Pueblo. En la inauguración se contó con la presencia del arqueólogo Emilio Bejarano, La maestra Bertha Morán, el Lic. Isidro de la Peña, la Lic. Rocío Hernández, el Arq. Octavio Hernández quien llevó la representación del Dr. Luis Felipe Guerrero Agripino, entonces rector del campus Guanajuato de la Universidad de Guanajuato, así como toda la familia del maestro Pichardo originaria de Aguascalientes y de Guanajuato capital.
 Pero haciendo un recuento de otras placas que dan testimonio de su desarrollo profesional y enorme capacidad como artista plástico, podemos citar el develamiento de las que se localizan en la Universidad de Guanajuato, en las antiguas instalaciones de la Escuela de Artes Plásticas, donde fue un maestro distinguido y además se desempeñó como Secretario Administrativo y Académico del mismo plantel, una más se encuentra en la Facultad de Arquitectura a un lado del Aljibe, donde nos refiere la generación de arquitectos 1969-1974, sus compañeros de carrera, e igualmente en el Museo del Pueblo encontramos una placa más recordando al emérito artista.
Sus maestros más notables del artista fueron Jesús Gallardo y Javier Hernández –Capelo-; en litografía lo orientó el connotado maestro Ralph Bishop; en temple, paisaje y encausto Luis Nishizawa; en escultura el inolvidable maestro Tomás Chávez Morado; en grabado Angélica Escárcega y en cerámica contó con el apoyo de José Luís Méndez Ortega. Al mismo tiempo completó su carrera artística en el Taller de Crítica de la maestra Graciela Kartofel y viajó a Cartagena de Indias en Colombia, para incorporarse al curso de política y gestión de museos a cargo de la Agencia Española de Cooperación Internacional, ya para entonces, 1995, fungía como Director del Museo Casa Diego Rivera.
Este hombre que verdaderamente dejó una huella indeleble dentro del arte y la cultura, fue maestro de diseño gráfico e historia del arte en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guanajuato; se desempeñó como Director del Museo Casa Diego Rivera de 1994 a 1997, a partir de 1997 asumió la dirección del Museo del Pueblo de Guanajuato hasta el año 2008 fecha en que el artista falleció. Nació en la capital de Aguascalientes en el año de 1952, obtuvo también el grado de Master en Restauración de sitios y monumentos por la Universidad de Guanajuato, sin duda fue una persona sencilla, amable, con un alto perfil de liderazgo, con carácter participativo capaz de organizar las exposiciones que se proponía y le fascinaba viajar al lado de su familia, su esposa María Dolores y su hija Abril Dinorah. También recordamos al maestro Pichardo con su inseparable cámara fotográfica, no había evento al que acudiera sin la compañía de su aparato receptor que le permitía tomar las imágenes más interesantes para luego integrarlas a su estudio.
Deseo concluir esta nota en homenaje a un gran artista y un hombre muy humano, con una bellas y emotivas palabras que en una ocasión pronunció el destacado y también excelente amigo y compañero el maestro don Luís Palacios Hernández: “….en tiempos no remotos prefiguramos al joven Francisco Pichardo trazando sus primeras líneas configurantes en servilletas de papel; trazos de lápiz rasgante o bolígrafos manchadamente deslizantes. Más tarde la tentación del dibujante se convirtió en la esperanza del arquitecto que buscaba en la práctica de la profesión el ámbito posible y propicio para desarrollar sus inquietudes artísticas; quizás le acuciaba el reto de la plumilla fluyendo –línea negra- sobre la blanca hoja del papel”.

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