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a educación escolarizada, como se sabe, tiene planes y programas de estudio, pero en el caso de la educación no escolarizada, la que se imparte en cursos, talleres e incluso en los hogares o en la calle, no existen tales currícula, pero sí temas vitales que se deben aprender. ¿Cuáles son esos temas? Son tan variados como variadas son las circunstancias y situaciones vitales que exigen un desempeño educado. 

En un primer momento, podríamos considerar estos grandes temas: autoconciencia, empatía, pensamiento crítico, pensamiento creativo, toma de decisiones,  solución de problemas, comunicación efectiva, relaciones interpersonales, manejo del estrés y manejo de emociones. 

Si enfocamos el asunto a nivel más microscópico, nos encontramos con temas como los siguientes: habilidades domésticas básicas, como tender una cama, lavar ropa, limpiar un cuarto, etc., cómo cocinar algo sencillo, costura básica, reparaciones domésticas básicas (como fugas de llaves o tapaduras de la regadera del baño), cómo destapar un baño o un fregadero, cómo usar un calendario y un horario,  cómo escribir, cómo hablar en público, cómo comunicarse efectivamente, cómo manejar una computadora,  cómo respaldar archivos, cómo proteger contraseñas, cómo investigar en Internet, como mantenerse seguro, cómo prepararse para desastres (sismos, incendios, etc), primeros auxilios básicos, cómo sobrevivir sin electricidad,

Cómo leer un mapa, cómo reparar llantas desinfladas, cómo usar aparatos de cocina (horno, refrigerador), cómo escribir una carta de presentación y un currículum vitae, cómo presupuestar, cómo evitar y/o salir de deudas, cómo hacer compras mayores, cómo escribir cheques y balancear una chequera, cómo usar cupones de tiendas, cómo organizar registros financieros, cómo manejar dinero e invertirlo, cómo seleccionar a un contador, negociación efectiva, calcular propinas, entender la propia vocación, y el propósito y la misión en la vida, cómo priorizar y cuáles son nuestras prioridades, comprender nuestros valores, cómo enfocarse, cómo tener sentido del humor, etiqueta básica, civismo básico y cómo votar, escuchar y comunicarse en una relación de pareja, valorar y expresar respeto, valorar y expresar amor, cómo aceptar cumplidos y críticas, inteligencia emocional, cómo escribir mensajes de agradecimiento, sintetizar, autodisciplina: ejercicio y nutrición, autocuidado: sueño e higiene, saber conversar, saber pensar, saber manejar dinero, saber manejar citas y relaciones románticas, saber sus derechos y obligaciones, saber sobrevivir sin la tecnología actual, saber componer un coche, saber cómo obtener y mantener un buen crédito de banco o de tienda, saber cocinar, saber sobre armas de fuego, saber encontrar trabajo, saber cuidar la salud,  saber autodefenderse, saber aprender de los fracasos, saber primeros auxilios, saber manejar el tiempo y conocer las leyes. Todos los aprendizajes anteriores forman parte de lo que se aprende, mayormente, fuera de las escuelas, a través de canales como Internet, televisión, videos, películas, radio, y con el auxilio de agentes educativos no escolares como nuestros padres, familiares cercanos y amigos. ¿Cómo podrían formarse educadores para esos aprendizajes vitales? La mejor manera es con instituciones educativas comunitarias (iglesias, deportivos, centros culturales, etc), o con apéndices educativos escolares como las escuelas para padres. En cualquier caso, cada vez es más necesario que nos desarrollemos como personas de manera integral, con múltiples experiencias formativas, y aprovechando a cuanto enseñante tengamos al alcance.

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