El pleito por el retorno de Julio César
ese a la infinidad de problemas que afectan a los capitalinos, se dice que los integrantes del Ayuntamiento se la han pasado peleando por si regresa o no el regidor del PRD, Julio César García Sánchez, situación que convirtió la Administración en un circo. Y con mucho más espectáculo.
Quien definitivamente optó por ausentarse de la sesión del pasado viernes fue el regidor del PRI, Gabino Carbajo Zúñiga, férreo abogado quien siempre ha argumentado que no existe impedimento legal para que el Regidor regrese a su puesto, ya que la Ley que generó su desafuero ya no existe.
En tanto que el resto de los regidores del Ayuntamiento se han pronunciado sobre una infinidad de argumentos para que no regrese, porque cada quien tiene el suyo, desde ampararse contra el Congreso del Estado, demandar en el Tribunal de lo Contencioso, etc.
En fin, que mientras son peras o manzanas, se instruyó a una oficial de Policía para impedir el acceso al Regidor ¡a una sesión de Ayuntamiento, que son públicas!
El pretexto que dijeron las mujeres policías al Regidor con licencia para que no pudiera pasar, fue que eran “órdenes superiores”, y que había llegado muy temprano, etc. Como si el protocolo de ahora en adelante va a ser que cuando un Regidor, Síndico o el alcalde Édgar Castro Cerrillo lleguen temprano van a ser detenidos por la Policía. Quizá por eso siempre empiezan tarde.
El Regidor acusado por su ex pareja de violencia física no quitará el dedo en regresar. ¿Lo logrará?
Pan y circo
Mientras sigue el circo en el Ayuntamiento se platica que entre los sectores más olvidados están las comunidades rurales, y es que al parecer el puesto de Director de Desarrollo Rural ha quedado cortó a Serafín Sandoval Palacios.
Y es que en la mayoría de las comunidades no hay abasto de agua potable, como en El Cubo donde los pobladores tienen que caminar entre peñas hasta dos horas para tener dos cubetas de agua para consumo, líquido que sacan de una noria.
Ni en zona urbana y menos rural, Christian Ortiz Muñiz, titular de Seguridad Ciudadana, ha podido prevenir la inseguridad, un problema que se agudiza día a día, a esto se suma la falta de capacidad de los elementos para resolver problemas cotidianos. Un ejemplo fue la fallida detención de un ciudadanos en el bulevar Euquerio Guerrero, quien se quiso fugar por un poste de luz y terminó electrocutado.
Esta fallida acción policiaca fue borrada del parte de la Policía, extrañamente, como si se quisiera que nadie supiera nada. Lo que exhibe que los partes son trasquilados para tratar de mostrar a Guanajuato como una ciudad segura.
Otro ejemplo de la mala preparación de los policías fue el sábado cuando se viralizó en las redes la detención de un hombre quien viajaba en un taxi, ya que los policías, se dice, le quitaron de las manos un bebé de tres años, y se lo llevaron a barandilla.
Dicen que el detenido cometió el delito de parar un taxi en las afueras de la Plaza del Baratillo. Esta situación al parecer molestó a los policías porque argumentaron que estorbó el paso a una ambulancia. En fin como si el usuario fuera conduciendo.
En fin que frente a tanta incompetencia pobladores de todas las comunidades rurales se están uniendo, para hacer una mega-manifestación contra las actuales autoridades municipales.
Se cree que esta mega-manifestación tendrá lugar en el próximo Informe de Gobierno de Edgar Castro, el cual se realiza en septiembre.
Aguirre a la yugular de Márquez
Consagrar el Estado al Sagrado Corazón de Jesús, le valió múltiples críticas al gobernador Miguel Márquez Márquez, entre ellas la del delegado de la Secretaría de Gobernación en Guanajuato, Javier Aguirre Vizzuet, quien casi lograba reservarse su opinión, pero ya fuera de entrevista no pudo más y se desahogó con los reporteros en su visita a Celaya el pasado miércoles al informe de la Sagarpa.
El Delegado tricolor calificó como una falta de respeto a las demás religiones -de las cuales, dijo, hay miles de practicantes-, lo que hizo el Gobernador, sin contar que violó el precepto del Estado laico.
Y ya entrado en críticas dijo que esa falta de respeto es la misma que ha mostrado el Estado a la Federación, cuando se para el cuello con distintas obras, sin asignarles su debido crédito aunque sea el gobierno de Enrique Peña Nieto el que mayor recursos aporta, según dijo.
Incluso recordó que se llevó un tremendo coraje, cuando en el informe del alcalde Ramón Lemus, en ningún momento se agradeció a la Federación por el apoyo, mientras que en el informe de Miguel Márquez sí lo hizo, pero nada más dos veces, lo que tampoco le convenció.
Aguirre Vizzuet remató diciendo que el respeto que muestre el Estado, es el respeto que recibirá de la Federación. Vaya que el Delegado traía varios disgustos atorados.
Obispo de Irapuato, lo sagrado y terrenal
El nuevo Obispo de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, tomó el mando y pronto envió una buena señal: la de entender que si bien el reino que viene a pregonar no es de este mundo, las broncas que tiene sí lo son.
En su primera conferencia de prensa era predecible que tenía que enfrenar el cuestionamiento sobre el lamentable caso del sacerdote ex Vocero de la Arquidiócesis de León detenido y procesado por abusos en contra de menores de edad cuando se refugió en una escuela privada de Irapuato para ser ‘consejero’.
Antes había dejado de oficiar en León cuando se reveló la demanda que tenía de paternidad.
El que viene de ser obispo coadjutor en la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, no tuvo empacho en responder que se reuniría pronto con las víctimas que son lo más importante del caso.
A su lado se retorcía en su silla a quien sucedió en el cargo, el hoy obispo emérito de Irapuato, José de Jesús Martínez Zepeda, quien intentó evitarlo alegando que era asunto de la Diócesis de León.
El ex Obispo se reía sarcásticamente, hacía muecas, manoteaba, terminó cruzado de brazos, enojado.
Pero lo bochornoso fue que el obispo Enrique Díaz evitó voltear a verlo, aunque lo tenía a su lado, y se evidenció confundido ante la actitud de Martínez Zepeda. El nuncio apostólico en México, Franco Coppola, también sentado en la mesa de la conferencia, sólo observaba la situación, no dijo nada.
Los sacerdotes organizadores de la conferencia trataban en vano de persuadir de que no se preguntara de eso.
Enrique Díaz tiene 64 años de edad, es originario de Huandacareo, Michoacán. Desde 2003 estaba en San Cristóbal, Chiapas. Ahora llega a una Diócesis que fue erigida apenas en enero del año 2004 por el Papa Juan Pablo II. Está conformada por 69 parroquias de nueve municipios: Irapuato, Abasolo, Cuerámaro, Huanímaro, Jaral del Progreso, Pénjamo, Pueblo Nuevo, Salamanca y Valle de Santiago.
Y más positivo fue que el nuevo Obispo de la Diócesis de Irapuato dejó en claro que viene a buscar las clases más vulnerables, en la comida que ofrecieron el viernes en su honor en el Parque Irekua de la ciudad fresera se llenó de personas sencillas de las diferentes Parroquias de la Diócesis y sólo el alcalde Ricardo Ortiz y su hija Isabell Ortiz estuvieron acompañándolo, además de fieles desde Chiapas.
En su primer mensaje, en la recepción con el gobernador Miguel Márquez y otros invitados, Enrique Díaz les dijo a todos que no estaban para servirse del pueblo, sino para que le sirvieran. Buena presentación.