Son muchas cosas las que hay que cambiar en nuestros sistemas democrático y político. Debimos haber comenzado hace mucho tiempo. También podemos comenzar dentro de algunos años, o bien, podemos dejar de lamentarnos y comenzar a cambiar ya, pues ciertamente no será rápido ni mucho menos fácil.
La base de todo en nuestra vida en sociedad está plasmada en las reglas y en las leyes que nos rigen. Desgraciadamente nuestra legislación está hecha para empoderar a los políticos y a los partidos, pero no a la gente ni a la comunidad, siendo que todo debería ser exactamente al revés. Todo esto es un círculo vicioso que comienza con los legisladores que fijan las normas pero que en realidad lo hacen de acuerdo a los intereses de los partidos políticos que representan y definitivamente no representan las voces de la gente que votamos por ellos y que los pusimos ahí.
La mayoría de las votaciones en el Congreso del Estado son en bloque. Los partidos políticos cuidando sus intereses no dejan votar libremente a sus diputados pues no les conviene. ¿No existen diputados honestos y valientes que se atrevan a representar los intereses de la gente que los apoyaron, aunque esto sea distante a la postura de su partido?, ¿será mucho pedir el exigirles que escuchen a la gente y no la llamada de su Coordinador de bancada? No hacerlo además de ser un ejercicio indebido de su cargo, para mí se llama deshonestidad y corrupción
Los diputados del Estado nos cuestan un dineral. Mantener el Congreso estatal cuesta del orden de 700 millones de pesos al año. De ese presupuesto los diputados cuestan cada uno entre sus sueldos, viajes, gastos de representación, prestaciones, etc., unos 3 millones de pesos al año. ¿Les parece justo tener que soportar y sostener votaciones en bloque de estos señores? Si los diputados no tienen la honestidad de representar a la gente que los puso ahí y su lealtad es sólo para los colores que defienden, entonces vamos dándole un sentido netamente económico a su gestión y por ende, es necesario economizar. No necesitamos tanto diputado que sólo sigue órdenes y no necesariamente de la gente. Vamos a poner un ejemplo: El Congreso de nuestro Estado en Pleno está integrado 36 diputados. En la actual Legislatura el PAN tiene 19, el PRI 8, el Verde Ecologista tiene 3 igual que el PRD y con 1 legislador cada uno están Nueva Alianza, Morena y Movimiento Ciudadano. De conformidad a lo anterior el PAN tiene el 52% de la votación total, el PRI el 22%, el Verde y PRD el 8% y Nueva Alianza, Morena y Movimiento Ciudadano tienen el 2.7%.
Porqué si nuestros diputados atienden ordenes de sus coordinadores parlamentarios en lugar de atender lo que la comunidad que representa le solicita, ¿porqué mejor no le pagamos sólo a un diputado por partido y le damos a su voto el porcentaje arriba señalado de la votación total? Nos ahorraríamos un dineral y además no permitiríamos que llegara gente con altos egos y perfiles chambistas y además verdaderamente potenciamos el cambio desde la comunidad. Necesitamos gente en el poder que llegue libre, sin ataduras a las conveniencias partidistas, ni a intereses económicos propios o de la gente que lo apoyó para llegar al cargo. ¿Dónde están esos candidatos? Seguramente en la comunidad y no en los partidos.
Ejemplos de lo anterior creo que existen miles, pero platicaré uno reciente y que como Guanajuatense me avergüenza y que cabe en todo lo que he manifestado aquí:
El Diputado independiente de Jalisco, Pedro Kumamoto presentó una iniciativa denominada #SinVotoNoHayDinero, mediante la cual se buscaría disminuir en más o menos 2,500 millones de pesos los recursos a los partidos políticos mediante la siguiente ecuación: Cada partido recibe 44.5 pesos por persona registrada en el padrón electoral, sin importar si acudieron o no a ejercer su voto o si lo anularon. Por ello, porpuso que sólo se entregara recursos a cambio de los votos validos. Es decir, eso obliga a los partidos a verdadermente ganar simpatizantes y promover la votación. Los partidos y los candidatos tendrían que mejorar sus medidas y acciones para resultar electos.
Llevó la inicitiva al Congreso de la Unión. Para que la misma fuera votada en el Pleno tenía previamente que pasar por Comisiones. Por supuesto que la presión social y mediatica es mucha para los diputados. Además, es claro que si los legisladores le preguntan a la población del Distrito que representan sobre como se debe votar esa inicitiva, todos de manera unanime estariamos de acuerdo en que se les quitaran recursos a los partidos politicos y que los mismos fueran reetiquetados para otros proyectos ¿Y qué creen?, con tal de no votar algunos diputados se escaparon de la sesión durante un receso. De esa forma no se pudo votar y va para atrás todo. Cabe señalar de dentro de los diputados que hicieron un acto escapista digno del mismisimo Houdini, hubo 3 diputadas Guanajuatenses. Yulma Rocha del PRI y de aquí de Irapuato; Barbara Botello del PRI de León y Karina Padilla Ávila del PAN de Salamanca. No se a ustedes pero a mi llena de rabia y me averguenzan estos comportamientos. No entinden que se deben al pueblo y no a los partidos políticos.
Creo que en las candidaturas independientes está la formula para los cambios y para romper muchos paradigmas.