No puedo entender a nuestro Gobernador ni a nuestros “súper comprometidos con el pueblo” legisladores.
Ahora que comenzó la campaña de “AniMMMate Miguel” (créanme que no soy mercadólogo ni tengo preparación alguna en coordinación de campañas políticas, pero me parece más hecha por sus enemigos políticos que por sus asesores de campaña y de imagen) y que nuestro Gobernador se pasa las noches desojando la margarita para ver si se lanza por la Presidencia de la República, me llaman la atención varias cosas. De acuerdo al sondeo realizado este año por México Opina, Miguel Márquez es el Gobernador mejor evaluado del País con un 48% de aprobación, contra un 14.8% que tiene por ejemplo Manuel Velasco de Chiapas y quien es el peor evaluado. Estoy cierto que ese nivel de aprobación no es inventado. Es claro que nuestro Gobernador en tiempos de los Duarte, los Borges, los Medina, ha mostrado una cara que la gente agradece y valora.
Me preocupa mucho que Miguel Márquez llegue al punto de la soberbia. Ese punto donde comienza a hacer cosas tan criticables e insensibles como impulsar el que el actual Procurador de Justicia sea en automático nombrado como el Primer Fiscal del Estado. El cambio de Procurador a Fiscal no es sólo de sintaxis, además de algunas atribuciones extras está la independencia y autonomía plena de gestión. Esa parte es buena. Sin embargo, permitir que una persona que lleva ya casi 12 años en un puesto clave en materia de seguridad y darle otros 9 extras ya por decreto, me parece terriblemente absurdo. ¿Cómo se puede justificar darle a una persona el vértice de los ejes gubernamentales en materia de seguridad por 21 años? Creo que no hace falta pensarle mucho para poder esgrimir una cantidad importante de razonamientos que nos lleven a concluir que darle el poder a una persona en materia de seguridad por tanto tiempo lo único que traerá de resultado es crear un coto de poder tan irresponsable como peligroso.
Otro tema que nos inquieta como comunidad es que el Gobernador convalidó el hecho de que el Congreso del Estado aprobó que el nombramiento del Fiscal Anticorrupción sea hecho por el Poder Legislativo, pero basados en la propuesta que para el efecto realice el propio Gobernador. Es decir, los Diputados aprobaron que la persona que combatirá la corrupción en el Gobierno sea propuesto por el Gobernador, a quien se supone que fiscalizará en temas de corrupción. ¿Eso les suena lógico, o más bien preocupante?. Dudo sinceramente ser el único a quien esto le suene mal.
Otro tema en esta misma línea me tocó vivirlo en primera persona, pues sin quererlo fui parte de un proceso torpe y muy mal manejado por todos los involucrados. ¿Por qué el nombramiento de Procurador de los Derechos Humanos del Estado tiene que pasar por el escritorio del Gobernador? El Ombudsman es un garante de la Ley y actúa entre otras cosas sobre acciones u omisiones realizadas por el Gobierno Estatal y Municipal. ¿Por qué razón el Gobernador incide de manera definitiva sobre el nombramiento de una persona que de manera Institucional deberá ser de facto un contrapeso a las acciones arbitrarias que pudieran cometerse por él o su Gobierno. El proceso marca que el Gobernador mandará una terna el poder Legislativo quienes decidirán en base a ésta el nombramiento del Ombudsman. Me queda claro que eso lo marca la Ley, pero si el anterior procurador salió en Noviembre del año pasado, ¿no se tuvo tiempo suficiente para modificar la Ley y que el nombramiento fuera exclusivamente del Poder Legislativo previa consulta con las Organizaciones de la Sociedad Civil Organizada?, tal y como sucede con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos? Pues creo que a todos nos parecería lo más lógico, pero no así a nuestro Gobernador ni a nuestros Diputados. Lo anterior se confirma cuando Miguel Márquez nombró como Secretario de Gobierno, es decir, el número dos en importancia de un Gobierno sólo debajo del propio Gobernador, al licenciado Gustavo Rodríguez Junquera, Procurador de los DDHH saliente. ¿Qué alguien me ayude con manzanitas a comprender como el que se supone tu contrapeso termina incorporándose a tu gobierno con un cargo de máxima responsabilidad? Francamente me parece incomprensible.
Miguel Márquez podrá decir que es facultad del Legislativo aprobar los nombramientos de Fiscal General, de Fiscal Anticorrupción o del Ombudsman, pero lo cierto es que eso es un engañabobos, pues de facto el Poder Legislativo está completamente a su disposición ya que el PAN tiene por si sólo la Mayoría en el Congreso y su Coordinador de Bancada, el Dr. Éctor Jaime Ramírez, fue un antiguo colaborador de nuestro Gobernador. No hay forma de no asumir que la agenda legislativa la marca el propio Gobernador.
Siempre escuchamos: “No hagas cosas buenas que parezcan malas”. ¿Qué necesidad hay de dejar cubiertas las espaldas en el tema de la investigación de delitos, de corrupción o de DDHH si no hay nada que esconder? Me gustaría, en verdad quisiera un Gobernador y unos Diputados Estadistas y no personas que sólo les alcanza para gozar de la pleitesía burócrata hacia la foto que de ellos está colgada en todas las dependencias.
¿En qué quedamos señor Gobernador? Hágale honor a esos 48% de aprobación.