Tenemos un sinfín de normas que prevén delitos y otros tantos que, cuando se cometen, prescriben la sanción que habrá de aplicarse a quien incurra en esas faltas sociales. Pero, también tenemos la falacia de los Derechos Humanos que sólo considera humanos a los delincuentes; todos los demás, sean ciudadanos, policías, ofendidos, etc., sólo son letras de oropel en el Congreso que nada más sirven para adornar los textos de los discursos.
La propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 115 (particularmente para los municipios), en sus fracciones III, inciso h) y VII, categóricamente apuntan respecto a la seguridad de las personas y de los responsables.
Sin embargo, hemos visto que los elementos de seguridad pública han sido rebasados por la delincuencia que encuentra como manto protector a los Derechos Humanos y algunos que otros funcionarios de diversas dependencias.
Por lo tanto, en tanto lleguen al Congreso, a las Legislaturas, auténticos representantes populares y no particulares, sean personales o de partido, considero oportuno compartir con ustedes un texto que contiene 21 puntos para atenderlos cotidianamente hasta que se vuelva algo que se realice mecánicamente, de manera rutinaria.
Estas sugerencias no son para armar bullicio que conduzca a que se reduzcan las contribuciones o impuestos, sino para coadyuvar con los policías honestos y que verdaderamente buscan cumplir con su deber aunque luego otras entidades públicas los dejen en libertad.
Los puntos son los siguientes:
1.- Se debe estar siempre atento a nuestro entorno;
2.- Todo lo que parezca raro o fuera de lo común, tenga la certeza de que es anormal, por lo que se sugiere que desconfíe y aléjese.
3.- Nunca, nunca espere a alguien dentro del carro estacionado. Bájese o de vueltas en el vehículo.
4.- Antes de entrar al estacionamiento de su casa, deténgase en el sentido de la circulación; no frente al portón. De un par de vueltas a la cuadra, observe y desconfíe.
5.- Si entra a alguna tienda, no de la espalda a la entrada. Observe, fíjese en las personas que también estén ahí o que vayan entrando; ubique a quienes, para usted, sean sospechosas y prepárese para ocultar su celular si es que llega a haber algún atraco.
6.- Considere que el 85% de los delincuentes usan gorras, entre 15 y 30 años y se desplazan en moto.
7.- Si no se tiene experiencia en el manejo de armas, no las use pero si tiene, ubique dos o tres en distintos lugares de la casa listas para usar. Mucho cuidado si hay menores en su casa.
8.- Use alguna palabra clave en caso de que sea objeto de secuestro o robo para que se tenga la seguridad de ese contratiempo.
9.- Entrene a su familia para que no den información de “nada” a desconocidos, ni decir si están o no sus papás. Siempre “están ocupados y no se les puede interrumpir”.
10.- Si en la calle ve a algún tipo o pareja que le parezca sospechosa, hágale caso a su instinto.
11.- Nada de información a desconocidos, aunque traigan gafete.
12.- De noche, evite detenerse en los semáforos.
13.- Los delincuentes no son invisibles, actúan siempre con premeditación, alevosía y ventaja, por lo que usted siempre debe estar alerta y no ser confiado o descuidado.
14.- Si observa un carro extraño con vidrios oscuros frente a su casa, no entre y avise a una patrulla.
15.- Evite contratar servicio doméstico pero, si lo hace, procure verificar en donde vive, quien la recomienda, etc.
16.- Sujetos detenidos en alguna esquina y hablando por teléfono, el 90% son delincuentes. ¡Cuídese!
17.- No permita que algún extraño se le acerque bajo cualquier pretexto.
18.- Evite hablar por teléfono con el coche estacionado o con la puerta abierta.
19.- No “compre” problemas en la calle ni eche bravatas. Condúzcase con bajo perfil y humildad.
20.- Si un carro le pide el paso con luces, déjelo pasar y esté atento de que no se le vaya a cerrar. Si lo hace, usted decide si le deja ir el vehículo o busca echarse en reversa.
21.- Tenga siempre su celular en modo de vibración; si no oye alguna llamada, ya le aparecerá en “llamadas perdidas” y entonces podrá reportarse.
Recuerden, apreciables lectores: “alerta y prevención es la regla.”
Si les parecen adecuados para ustedes y sus familiar y consideran conveniente difundirlos, es un beneficio para todos.
Universalmente les deseo, hoy y siempre, Salud, para que logremos nuestros objetivos en la vida. Fuerza, para que no nos desalentemos ante las adversidades y, Unión, para que no seamos divididos en nuestras convicciones.