Continúo platicando sobre algunas calles de Irapuato. El domingo anterior comenté sobre la calle ‘5 de febrero’ la que anteriormente era conocida como ‘calle de la piedra lisa’. Ahora, el turno es para la actual Avenida Vicente Guerrero y que hasta alrededor de los años treinta del siglo anterior, durante cientos de años se conocía como ‘calle del camino real’. Luego de un largo proceso de conquista, colonización, colonia y demás, España, a través de la Nueva España, en muchos aspectos, perdida la intención de ese acontecimiento que cambió el rumbo de la historia mundial, los reyes católicos, Fernando e Isabel II, principalmente Isabel, habían indicado claramente el fin del viaje de Cristóbal Colón en el año de 1492 y el cual era el de ‘la evangelización’ de los pueblos que encontraran. Iniciado ese proceso, primero los frailes de las órdenes mendicantes: franciscanos, dominicos y agustinos a partir de 1524, con vocación acendrada, enorme espíritu de sacrificio y, más amor por el prójimo (su ‘próximo’, el que está cerca de cada uno), se lanzaron a la ‘conquista espiritual’ de miles de almas creyentes –religiosas al máximo, convencidas de la existencia de sus dioses y cumpliendo al pie de la letra sus indicaciones- , fueron la masa con la que trabajaron para, con paciencia y amor, iniciarlos en la fe cristiana y, por lo mismo, hijos de la Iglesia de Jesucristo. Trabajo (vocación) sin violencia, sin sangre, con palabras y ejemplo, el suyo propio, a lo largo y ancho de lo que hoy conocemos, en términos generales, como, la República Mexicana, las Islas Caribeñas, las Antillas, Centro y Sudamérica.

El nacimiento de otra actividad, la búsqueda de la riqueza, tipificada en materiales preciosos –oro y plata-, joyas, perlas, en nuestra área, la Nueva España y, dentro de ella, el bajío, y más adentro todavía de él, Irapuato, produjo, para transportar el metal precioso que se traía desde, muy al norte, los actuales estados de Arizona y Nuevo México en el vecino país del norte, bajando por una gran zona rica en metales como, Durango, Fresnillo Zacatecas y más al sur, el Real de Minas de Guanajuato, con sus fabulosas minas como las de Mellado, Valenciana, Cuevas, etc., todo esto traído, con grandes precauciones (zona de ‘chichimecas’ protegiendo su hábitat), en grandes carros y vigilados por decenas de guardias. Todo este bagaje, pasaba por Irapuato, sí, nuestra zona, bajando por el camino de: ‘Cuevas’, ‘La hacienda de Burras’ (‘San Juan de Llanos’), ‘Xaripitio’ (‘Aldama’), ‘La Calera’, ‘Lo de Juárez’, ‘Copal’, ‘Arandas’ y, entrando a la humilde ‘Estancia para la cría de ganado mayor y menor’ (a partir del 30 de 1556), luego  ‘Congregación’ (1598) -permaneciendo con esa grado urbano-humano, a lo largo de varios siglos-,  se adentraba a la altura de lo que es el cruce de las actuales ‘avenida Vicente Guerrero’, con la ‘Avenida de la Reforma’ (antiguo cauce del río ‘Silao’); pasaba a lo largo de las actuales calles, avenidas, calzadas de: Vicente Guerrero, Juárez, Pípila, Calzada de los Insurgentes, Calzada de Guadalupe; se elevaba por sobre el puente de Guadalupe hasta salir por ‘las once compuertas’ (frente a la actual industria Bimbo), formando un retén para las demasías de agua que se creaban en la época de lluvias, formando una laguna, desde ‘los hoyos’, la actual ‘colonia esfuerzo obrero’, y toda la zona de la fábrica mencionada, ‘Bimbo’, ‘once compuertas’, peligrosas por los remolinos, agua turbia y en la cual murieron mucho niños por la imprudencia de nadar en esas aguas; pasando por lo que ahora es el camino al Hospital de la Mujer (entre los terrenos de la XII Región Militar y el Fraccionamiento Ciudad de los Olivos); Temascatío; Mendoza; Salamanca (‘Sidhoo’), y adentrarse en una larga ruta que pasaba, entre otros puntos, por Celaya (Zalaya), San Juan del Rio, Querétaro, Tepeji del Río hasta arribar a la ciudad de México-Tenochtitlan. En términos generales esta ruta fue bautizada como ’Camino Real de la Plata’ o ‘Camino Real de Tierra Adentro’.

Irapuato participó mucho más de lo que sabemos (por ello estos escritos de información histórica) pues, desde el puente de ‘san José’, en el cruce con las avenidas mencionadas hasta el cruce de la actual avenida ‘Vicente Guerrero’ con ’Santos Degollado’ (‘Barreto’, hasta hace poco, ‘Fernando Dávila’) en su prolongación izquierda, frente a la Plaza de los Fundadores, recibió el nombre de ‘calle del camino real’, precisamente debido a la excelente ubicación de Irapuato. A lo largo de ese ‘camino real’ pasaron, mencionaré solamente unos cuantos galardones para nuestra ciudad: carretadas de oro y plata; gambusinos; cientos, miles de obreros indígenas (naturales americanos), criollos, y menos, españoles; héroes –Don Miguel Hidalgo y Costilla, Don Ignacio Allende, Aldama, Don Venustiano Carranza, Francisco Villa, Felipe Ángeles, el general Obregón. Por ese camino pasaron muchos villanos –prófugos de la ajusticia que se enlistaban generalmente en ejércitos para evadirla-; asaltantes de las carretas. Igual: ‘Virreyes’ y sus consortes; Arzobispos; el licenciado Benito Juárez, Presidente de la República; el emperador Maximiliano de Habsburgo y su esposa, la emperatriz Carlota; Don Porfirio Díaz; Don Agustín de Iturbide (vivió varios años aquí con su esposa la Señora sanmiguelense Duarte, les nacieron tres hijos –comprobado- viviendo aquí en las antiguas calles de ‘Berriozábal’ (avenida ‘Revolución’, ahora) y la calle de ‘Roble’ (‘Altamirano’, actualmente).

Grande, muy grande, la historia de esta calle importante, muy importante. Tan grande que Usted, su familia, sus amigos, clientes transitan diariamente por ella, a pie o en vehículo. Espero que, con esta lectura sienta la pasión de, al pisarla, con la suela de sus zapatos o el caucho sintético de las llantas de su vehículo, de vivir, junto con ellos, la experiencia que sintieron al transitarla, los gambusinos, varios virreyes, Don Maximiliano, La Corregidora, doña Josefa Ortiz de Domínguez; El General Don Porfirio Díaz; Don Agustín de Iturbide y muchísimos más ‘Don’, ‘Dom’, o como queramos nómbralos y honrarlos: Miguel Hidalgo, Allende. Aldama, Abasolo, Pedro Moreno, el insurgente; Albino García, Tomasa Estévez; el ‘amo’ Torres y… ¿Quienes más pasaron por ese camino, haciendo historia, pero, en muchos casos, nosotros, los irapuatenses (nacidos aquí o no, pero igual, amamos y servimos a nuestra ciudad y región) los hemos hecho entrar en la historia?, al leer usted, esto escrito por mí y Usted, a su familia, sus amigos, clientes, etc., al platicarles sobre los personajes famosos que pasaron –y seguirán pasando- por ese ‘camino real de tierra adentro’ pero, igual, a los que se hacen famosos al seguir pasando por esa calle que parte en dos nuestra ciudad e hincha de orgullo nuestros corazones porque sabemos la importancia de esa calle y las calles que seguirán apareciendo en estas líneas.

En el siguiente trabajo narraré como fue construido el ‘Camino Real de la Plata’, la relación del Beato franciscano Fray Sebastián de Aparicio con nuestra ciudad. Terminaré comentando sobre la reunión mensual que tuvimos, ayer viernes, los ‘cronistas del estado de Guanajuato’ en el antiguo edificio –ahora ya fuera de uso para convertirse próximamente en Museo- del Congreso del estado en la Plaza de la Paz de la ciudad capital de nuestro estado: Guanajuato.

Como siempre, pido comentarios, correcciones, etc., constructivos, para este y los trabajos que he escrito y seguiré haciendo. En pie está mi presencia en una visita al centro histórico y/o pláticas sobre nuestra historia.

                                                               

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