¿La banda sinaloense se elitizó o las élites se popularizaron? Ambas cosas. Las élites de hoy no son las del siglo XIX. El burgués mexicano del siglo XXI no va al teatro, no consume la ópera ni está en los grandes museos. ¿Para qué estudio si heredaré el negocio de la familia? Élites y pueblo consumen lo mismo, sólo que apelan a diferentes recursos y estrategias. La forma de vida que proponen los videos de la denominada “música regional mexicana”, no puede ser cubierta por un obrero. ¿Cuánto cuesta una botella de whisky buchón? Súmele las camisas y sombreros, las cadenas de oro, el lente italiano, las trocas del año y hasta el servicio de barbería. Un obrero que gana 700 pesos a la semana, no puede costear semejante ajuar. La música de banda sinaloense se elitizó y su consumo se orientó a un mercado pudiente. Una música de pobres que se volcó hacia los ricos.

¿Quiénes consumen esa música, según los especialistas? Los pobres, los obreros. La música de banda sinaloense no es más un producto hecho para los pobres. Eso indican sus videos y la investigación etnográfica lo confirma. Debemos entender que las modas culturales son estrategias de control de masas (entran ricos y pobres).

La banda sinaloense, el reguetón y el vallenato llorón, por citar tres ejemplos, son modas pensadas para el consumo irracional de las masas. Estas invenciones culturales están diseñadas para controlar y adueñarse de las conciencias. Algunas fracciones de las élites no escapan a este dominio. La desculturización es general.

Hoy la narcocultura se mueve desde la balada, desde el discurso del amor telenovelero, desde lo aparentemente inofensivo. Asumamos que la narcocultura no solo se posiciona desde la apología al crimen. La narcocultura está en la promoción de gustos, formas de vida y sus estereotipos. La balada interpretada por las bandas de viento sinaloenses, se convirtió en un discurso eficaz de difusión de la narcocultura. La narco-vida es aspiración de ricos y pobres. El meollo es el poder. La lucha de clases también está en el consumo musical. Las élites mexicanas del siglo XXI, se identifican con la banda sinaloense, porque encarna sus aspiraciones. La industria del narcotráfico es el centro de poder de las sociedades actuales.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *