El festejado llegó resplandeciente. Zapatos boleados que parecían de charol, el cabello blanco bien acicalado, pantalones con tirantes que le daban un aire de antiguo banquero de Wall street y una amplia sonrisa que denotaba el orgullo de haber cumplido 97 años y estar en paz y contento con lo vivido.
La semana pasada acompañé a mi esposo a la ciudad de Monterrey a visitar al único hermano de su papá que aún vive, Benjamín Félix Güereña. Coincidió que era su cumpleaños y tuvimos la fortuna de acompañarlo al gran convivio familiar que le organizaron sus hijos. Mi suegro Ricardo y Benjamín, quien era el más pequeño como su nombre lo indica, fueron compañeros entrañables; “era yo su sombra” decía el tío.
Rodeado el cumpleañero de cariño y atenciones, fue hermoso recordar lo gratas que son las reuniones familiares y el encuentro de varias generaciones, ya que el protagonista de la fiesta tuvo ocho hijos y muchos nietos y ahora también goza de ser bisabuelo. Toda la gran familia llegaba uno por uno a besar y a abrazar al patriarca que amoroso recibía cada muestra de afecto. Como actor de Hollywood se lo disputaban para una fotografía y con gran paciencia posó con todos.
El tío Benjamín se ha dedicado desde hace un tiempo a la escritura. De su pródiga pluma, ya que escribe a mano con una hermosa letra, brotan infinidad de frases que han dado origen a varios libros. En esta visita, mi esposo y yo tuvimos el honor de recibir autografiado el libro de su autoría “Recuerdos vivos para vivir la historia”, en el que narra algunos episodios de índole histórica ocurridos en el siglo XX y relatados en un ambiente familiar. Siendo el hermano pequeño de la afamada actriz María Félix, en este libro el autor narra desde sus ojos de niño cuando su madre le ordenaba acompañar a su bellísima hermana y tenía que soportar los arrebatos de quienes la admiraban. Así también, contraria a la imagen que se tiene de La Doña, altiva, arrogante y mandona, el escritor platica lo dulce que era María antes de divorciarse de su primer marido y de que incursionara en el cine y lo cariñosa y consentidora que era su hermana con él. “Mi hermana María era muy buena conmigo, tenía un gran corazón, y era una persona muy leal”, me confió el festejado. Muchas historias se develan en este compendio que tendrá una segunda parte con otro libro, “El origen”, que develará el inicio de la familia Félix, narrando interesantes usos y costumbres de la época.
Movido por su gran sentimiento patriótico y su amor a México, Benjamín escribió el libro “Como una alborada de libertad nació la bella Patria Mexicana”, que es una novela histórica que cuenta con una serie de investigaciones inéditas y una mezcla de personajes reales con ficticios. Entrado en la modernidad, el libro figura en el amplio repertorio de Amazon.
A sus 97 años, el cumpleañero tiene grandes planes y proyectos, le faltan muchas historias que contar y libros por terminar. Él conoció a la verdadera María de los Ángeles, la mujer de carne y hueso, la mujer con sentimientos muy lejana de la diva que conocemos. Quiere dar a conocer a la María real de corazón generoso y de quien guarda muy bonitos recuerdos.
La gran reunión familiar del tío me llenó de nostalgia, recordando épocas de mi infancia cuando los domingos toda mi familia paterna nos reuníamos en casa de mi abuela, y primos grandes y chicos convivíamos y disfrutábamos de grandes aventuras en el inmenso patio de la casa solariega, lleno de grandes árboles y una veleta que valientemente escalábamos sin supervisión alguna. Recordé esa gran convivencia de familia entre parientes mayores y menores en la que todos descendíamos de los mismos ancestros y nos enorgullecíamos de ello. Verdaderamente la familia es un bien mexicano y uno de nuestros mayores valores.
En esta gran fiesta de mis parientes políticos fui tratada como si fuera de la propia familia de toda la vida. El cariño y acogida que nos manifestaron los familiares afloró en mí muchos sentimientos hermosos que atesoraré por siempre.
Recordando el poema de Amado Nervo “En Paz”, podría decirse que el tío plantó rosales y cosechó rosas. Amó, fue y sigue siendo amado, disfrutando de la vida y en paz.