Lo ratifico, el tiro de gracia al asunto de seguridad, se lo debemos al nombramiento del Fiscal Más Carnal de México, por nueve años más y mantener en su posición al secretario de Seguridad. 

De esa forma hicieron imposible el reacondicionamiento de la nueva Fiscalía, su oxigenación, la adopción de nuevas políticas, su necesaria depuración y un verdadero golpe de timón, luego de 10 años de una misma conducción que ha desembocado en una ineficacia irresponsable. 

Hoy continúa en caída libre todo el sistema, poniendo en crisis al gobierno. La torpeza con que se ha actuado no tiene parangón, sólo es explicable por una serie de contubernios inconfesables, que prefieren el estatus quo, a tomar las medidas de emergencia que el sentido común dicta.

Ante la violencia desatada, de lo cual ya habíamos advertido por el conocimiento académico de la letalidad que produce la militarización; la estulticia gubernamental, desesperada por dar algún resultado, se puso a construir cuarteles y asignar obra pública a los militares, en lugar de formar policías, y confeccionar un entorno propicio para la creación de cuerpos policiacos profesionales, que mediante acciones, derivadas de un trabajo fino de inteligencia, logren combatir eficazmente la criminalidad. 

Irresponsables y lesivas han sido las decisiones tomadas, que provocan que todos los ciudadanos guanajuatenses, hoy vivamos en vilo. 

El nuevo gobierno, inhabilitado para acoplar nuevas ideas en temas de seguridad, solo alcanza a tartamudear algunas frases en automático. Entiende que debe de fortalecer las policías, pero en su miopía, no alcanza a mirar con claridad el problema que hay detrás de esta intención.

Lo he escrito muchas veces, tomo aire y lo vuelvo a repetir, con la esperanza de que se grabe en algunas mentes: los malos gobiernos, no construyen buenas policías. ¿Lo entienden? Lo repito: los malos gobiernos no construyen buenas policías.

Ante nuestra realidad municipal, cruda, desesperanzadora, oxidada, evidenciada por el audio geabado entre el ex presidente de Cortazar ( por cierto nada ha pasado) y un capo huachicolero, en el que se revela la profundidad de la corrupción en la que se encuentra inmerso el gobierno local. 

Desde ese entorno, nunca, nunca, se podrán crear buenos cuadros policiales encargados de combatir la criminalidad para así dotarnos de seguridad y paz en nuestras comunidades.

El problema de seguridad pública comienza por la corrupción en los municipios. Con los ayuntamientos que se arman a través de los alcaldes, síndicos y regidores que son designados a dedo, entre cuates, desde partidos políticos antidemocráticos. 

De tal forma, no hay opción para derrotar a los intereses deshonestos, que desde esas posiciones sangran impunemente las arcas municipales y degradan a la función política.

De allí la urgencia de impulsar una reforma de gran envergadura que cambie el panorama político de Guanajuato. Todos los interesados en mantener la corrupción, se resistirán. Identificando esas resistencias, podrá evidenciarse a los corruptos. Ya verán.

Esta reforma política debe obligar a los partidos, en su ámbito estatal, a comportarse bajo reglas democráticas, obligando a la celebración de elecciones primarias entre sus precandidatos. Debemos entender que la cuna de la corrupción se encuentra en el sistema de partidos políticos, que por medio de la partidocracia, decide sustentar privilegios, rentas e impunidad para sí mismos. 

Hoy llamo la atención: lo que se juega es el más delicado de los problemas, nuestra seguridad y la de nuestras familias. Nunca la podremos construir desde el imperante sistema de gobierno-botín, en el que operan, salvo ciertas excepciones, la mayoría de los municipios.

Miren, si un mal gobierno llegase a crear una buena policía, ésta se encargaría de perseguir y poner tras las rejas a los munícipes traidores, que desde su cargo, solo se dedican a hacer negocios, desviar los recursos públicos y prevaricar. Eso sucede todos los días en nuestro estado. 

En Guanajuato capital, por ejemplo, llevamos varios trienios padeciendo esa peste, frente a las narices de gobernadores, que han secundado el pacto de impunidad. Así nunca conseguiremos tener una buena policía.

Doy un tip que revela las pésimas condiciones de desempeño policiaco. Ninguna  de nuestras corporaciones cuenta con una Unidad de Análisis Táctico y Operativo (UATO). Dan palos de ciego. 
No hay trabajo de inteligencia, carecen de datos e información. No hay recursos para infiltración y delación, para luchar contra las bandas criminales, que actúan en zona de confort.

A su vez los ciudadanos seguimos expuestos a transitar por lugares peligrosos. No se nos informa sobre cómo se comporta el crimen en nuestra comunidad. No tenemos transparencia de en qué parte de nuestra ciudad y a qué hora actúan los criminales. Dónde se mata, se asalta, se secuestra, se roban vehículos. 
Esta es una incumplida obligación  de transparencia que evadió la vieja procuraduría cuando am evidenció el número de homicidios, que torpemente trataron de ocultar. 

Existe dolo al reservar esa información; todo porque dejaría al descubierto la falta de capacitación policiaca, de procedimientos sistemáticos, y expondría la brutal ineficiencia de la corporación. Mientras, lo ciudadanos quedan expuestos y son ignorantes de los peligros que los acosan. Es una violación a los derechos humanos.

Y esto sucede ahora que enfrentamos el huachicoleo y el narcomenudeo, mientras la próxima tormenta se forma en el horizonte. La “epidemia” de heroína está cerca. Las condiciones del mercado propiciarán, pronto, la multiplicación de la venta de esta agresiva droga como ya sucede en Estados Unidos.

Sólo puede tratarse a los adictos en hospitales, las clínicas no lo pueden hacer. Desde la primera toma, el sujeto desarrolla adicción. Sólo un promedio del 30%, bajo un tratamiento adecuado, logra rehabilitarse. Este fenómeno disparará y multiplicará la violencia urbana. Más homicidios, asaltos y robos.

Y nosotros, mientras,  tolerando munícipes corruptos y sin empeñarnos en tener buenos gobiernos locales. Con una Fiscalía Anticorrupción que solo papa moscas y sin verdaderos policías& atrapados y sin salida.

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