Siendo en estas fechas el Día del Niño y la Niña y posteriormente el Día de la Madre, me gustaría comentar un tema que viene al caso con las respectivas conmemoraciones.
Hoy en día muchas chicas van a la universidad y para graduarse han invertido una gran cantidad de tiempo, dinero y esfuerzo. Al lograrlo tratarán de encontrar un trabajo que esté a la altura de sus sueños y expectativas. Hasta ahí parece no haber conflicto. El primer obstáculo puede aparecer cuando se casen y exista una presión por dejar su trabajo para cumplir a cabalidad con sus labores de esposa. Si el marido es más actualizado con los tiempos y entiende y respeta que su esposa tiene derecho a realizarse profesionalmente, es posible que el segundo obstáculo se presente cuando nazca su primer bebé.
El tema de la conciliación madre-hijos-trabajo siempre se ha atendido desde la óptica de madres solas y/o en estado de vulnerabilidad, para lo cual se implementaron algunos programas de apoyo. ¿Qué pasa cuando las madres que no están en desamparo, quieren conservar su trabajo y tienen un esposo que cumple bien como proveedor? ¿Deben dejar el trabajo y dedicarse al cuidado de las criaturas? Así como existe un derecho natural a la maternidad, debe existir a la par el derecho a tener el apoyo de la sociedad. Las mujeres de hoy deben contar con políticas públicas que apoyen a la madre trabajadora. El derecho al trabajo aplica para mujeres y hombres por igual y para igualar las oportunidades en el desarrollo profesional, estas políticas deben actualizarse para estar a la altura de las necesidades que así lo demandan. Las madres que desempeñan una profesión o participan en la vida pública tienen que reivindicar su derecho a que las diferencias de la mujer respecto al hombre se vean reflejadas en las condiciones laborales.
La carencia de estas políticas de apoyo y la cuestión cultural que estereotipa a los sexos, poniendo límites al desarrollo de las mujeres plantean a las madres una disyuntiva compleja entre el deseo de incorporarse a una actividad generadora de ingreso y de desarrollo profesional, y la preocupación de que sus hijos cuenten con un cuidado adecuado, sobre todo en edades tempranas.
Es natural que las mujeres tengan hijos después de haber consolidado su vida profesional y es entendible también que muchas chicas quieran mantener su autonomía económica que al dejarla por la crianza implicaría un difícil regreso al campo laboral.
La inclusión de la mujer en el espacio productivo ha provocado una evolución gradual de los roles de género, dando lugar a una reorganización de labores y responsabilidades del hogar y los hijos para poder hacer compatible el trabajo profesional con el doméstico. El trabajo en equipo en el cual todos los miembros de la familia cooperan relevando a la madre de una doble jornada (trabajo dentro y fuera de casa) es cada vez más común en las familias de mamás que trabajan. Sólo hace falta concientizar un poco más sobre la importancia y necesidad de la participación familiar en el hogar indistintamente si el trabajo es considerado de hombre o mujer.
Las licencias de maternidad y últimamente las de paternidad constituyen un gran apoyo para asumir las responsabilidades familiares después de dar a luz. La inversión en servicios de cuidado de los hijos como guarderías profesionales contribuye grandemente en el equilibrio de las madres trabajadoras con la crianza. Hace falta ajustar las políticas corporativas que permitan organizar el tiempo de trabajo, respetando horarios familiares y dejar tiempo al esparcimiento y convivencia en familia tan necesario para un crecimiento sano de los integrantes de la misma.
Las políticas laborales en apoyo a la maternidad y crianza infantil tienen un costo, pero se requiere humanismo y sentido de justicia para tener la voluntad de ejercerlas. Es momento de tener una visión empresarial que apoye el derecho al trabajo y el fortalecimiento familiar, que refleje los cambios que se requieren en nuestra sociedad. Mientras esto sucede hay que hacer uso de las redes sociales para hacerse presente con los hijos y expresarles muestras de cariño y apoyo mientras llega el momento de llegar a casa y estar juntos.