Queridas víctimas de esta columna: inicio disculpándome por la ausencia única en 20 años-, de la semana pasada. Pero traeré a cuenta otra de las utopías que casi hacemos realidad: crear oportunidades para que, en las zonas de alta delincuencia, el tejido social se pueda reconstruir.
Chapalita es claramente -de acuerdo a indicadores de violencia-, una de las tres zonas populares que más requieren atención en León por su densidad poblacional y nivel de conflicto.
Pero también por las características que ahora les diré, la que puede permitir que se reconstruya la red de colaboración vecinal que contenga al delito.
Ahí les voy: el parque Chapalita -administrado a la sazón- por la Comude (Comisión Municipal del Deporte), es en mi opinión, el recurso más claro que tiene el municipio para poder contener la delincuencia, dándole oportunidades recreativas, culturales, educativas y sobre todo ambientales, para que la población adulta y juvenil pueda tener actividades que integren desde edades tempranas a los colonos. Pero primer problema: el Parque Chapalita tiene la vocación ambiental y cultural, no solo deportiva. El parque Chapalita debería no estar administrado por la Comude, en mi opinión, sino por La Dirección General de Gestión Ambiental y empujado por un Patronato vecinal, articulando -eso sí-, las áreas deportivas. Sería una oportunidad para la Secretaría de Seguridad Pública municipal, por la posibilidad de poder realizar actividades de prevención del delito.
Idealista y terco como siempre, logré hace tres años, gracias a esta columna, orquestar a empresas, colonos y gobierno para que el año pasado se pudiera concretar una obra que tiene tres vertientes: una es el ya construido Foro Chapalita, idea que me surgió por aquello que realizamos en el Patronato de Explora; dos, el incremento de las áreas deportivas para las ligas vecinales y tres, el aumento de las áreas de convivencia.
Cuando imaginamos el Foro Explora (hoy hecho realidad), la idea era tener un espacio de encuentro, con el espejo del agua tratada, gradas y una pequeña área de espectáculos para que periódicamente se pudieran realizar eventos.
Esta misma idea la imaginé en Chapalita con la enorme diferencia que los públicos se crearan a través de la oferta cultural. Necio, después de concretar el proyecto y gracias a la confianza de Pilar Ortega entonces senadora, la colaboración de Carlos Cortés -un excelente Director de Obra Pública que tiene el Municipio-, incrementamos también la luminosidad (hasta hace poco tiempo Chapalita era un sitio muy peligroso para caminar en la tarde).
El caso es que, hablando con Carlos Flores, director del Instituto Cultural y con el director del Fórum Cultural, Joel Padilla, les he intentado convencer de que ahora ya tenemos el completo interés de los colonos de Chapalita, Loma Bonita y Arbide y que ya está la infraestructura idónea para poder llenar de públicos el Foro Chapalita.
Hice la labor, además, con las instituciones vecinas: Casa Baldocco, el DIF León y el Centro del Saber.
Con todos, podemos ahora, generar actividades como: conciertos, conferencias, festivales, el mismo Calvario de la Semana Santa y que todo esto permita que se generen públicos para consumos culturales.
Mi experiencia de vida, es que la voluntad política, la participación social y pequeños capitales privados (que a veces son inclusive de patrocinios), se pueden hacer realidad las ideas en beneficio de quienes menos tienen.
Estoy seguro que el Foro Chapalita también lo haremos realidad (como diría el clásico Tin-Tan) “me canso ganso”. Y esto no es a fuerza de terquedad sino porque con pocos recursos se puede hacer magia, se pueden hacer espectáculos, se puede hacer finamente, tejido social.
Los foros permiten paulatinamente, con el paso de los años, que el arte, la cultura, la educación, el deporte, el encuentro social, prevengan desde las edades tempranas -sobre todo en zonas conflictivas como en Chapalita- reducir las actitudes conflictivas.
Me niego a asistir a nuestros foros culturales elegantes y bonitos, cuando como municipio no podemos voltear a los más pobres.
Mis alumnos de la Licenciatura de Eventos tienen ya el estudio de mercado y el modelo de negocio para llenar el Foro Chapalita.
Está la gradería, está el ágora, está el público, está un pueblo noble que tiene el hambre. Falta sólo la oferta cultural.
Ya presentamos el proyecto a SAPAL para operar la planta de tratamiento que alimentará de agua tratada al lago y la petición de declaratoria de área natural municipal que hice a Mari Carmen, la directora de Medio Ambiente.
AMLO nos ha sacudido al recordar el enorme desafío en crear oportunidades para las mayorías haciendo justicia en aquello que es la enorme brecha entre ricos y pobres.
Es cierto que la corriente “fifí” pide más policía y ejército para cortar la violencia. Pero lo que la gente sencilla espera, son oportunidades.
Es una verdad de vida en México: no será la fuerza pública, sino la creación de trabajos, espacios culturales y educativos, los que cambiará nuestra historia.
Bastaría sólo la voluntad de Héctor López Santillana y de Carlos Flores para ofrecer espectáculos en este espacio hermoso que ya tenemos, para cambiar la historia de miles de personas.