Hacia inicio de 1965, fui acompañado por mi tío Salvador Ávila, Profesor de Educación Física, para inscribirme en la ETIC 13; llevé todos los documentos necesarios; seleccioné como complemento a la Secundaria estudiar para Auxiliar de Contabilidad o Contador Privado, como también se denominaba.

La primera impresión de la escuela fue muy negativa sin fachada, derruida por un costado donde ya se encontraba el paño de lo que era el bulevar López Mateos o Eje Vial, y estaba todo el escombro tirado, montones de tierra y trozos de madera y basura. Por allí hay fotografías muy reveladoras.

LOS MAESTROS

Pero lo que me pareció increíble y quedé muy motivado y satisfecho fue el equipo de Maestros que fui conociendo poco a poco a medida que iniciamos clases de 7:00 a.m. a las 14:00 horas. Fueron desfilando. Recuerdo al Dr. Rangel Bravo, Miguel Mendoza Barrón, Agustín Flores, Enrique Delgado Hurtado, Jiménez Divis, Rosendo García Padilla, Aurora Chávez, Aurora Gazca, Dolores González y Dolores Gallo, José Guerrero Dávalos y Agustín Huerta Antillón, también Prefecto de Disciplina. Solo durante el primer año.

En el segundo ciclo, los Maestros seguían siendo magníficos y nos brindaban conocimientos muy especializados como el C.P. Avilés Solar, Lic. Urbano Quesada, los Doctores Mario Aguilar y Tomás Valdivia, el Maestro de Música Serafín Ramírez, Herón Aiza, continuaban los Maestros de Mecanografía, Ortografía y Taquigrafía María Mancilla; a excepción de un profesor de apellido Barceló, quien tenía delirios de persecución y de que los alumnos le “mentaban la madre” a sus espaldas; en plena clase y por una ventana lateral del salón donde nos encontrábamos, un alumno cansado de sus comentarios, muy audaz, efectivamente le gritó: “Barceló, chin&”, este insulto real enloqueció al Maestro, y de entre sus ropas sacó un cuchillo y amenazó a todos, salimos corriendo, ya no hubo clase y ante nuestro reporte fue removido del plantel. Salvo ese vergonzoso incidente los tres años fueron una delicia con los Maestros incluyendo a los más exigentes como los del Tercer Año.

En este último año lectivo tuvimos unos Profesores de súper lujo, bien preparados, amenos, con técnicas pedagógicas y muy cercanos a los alumnos sobresalientes. Entre ellos, recordamos a Raúl Hernández Cancino, Roberto Escoto, Víctor Pérez Romero, Puga, Guevara y Juan Omar Moreno Coronado.

LA RECONSTRUCCIÓN DEL PLANTEL

Retornando al Primer Año, era ya muy incómodo y humillante mantenernos en actividades escolares en aquella “zona de guerra”, ante la indiferencia de las autoridades; así que nosotros, los estudiantes bisoños, solo recibimos instrucciones de nuestro representante de grupo, para realizar una “huelga escolar” conjuntamente con los Maestros y manifestarnos para que el gobierno reconstruyera la Escuela Prevocacional. Fue con tanta intensidad el movimiento que de inmediato iniciaron los trabajos de remoción de escombros, para que cesara el paro estudiantil. De allí surgieron liderazgos muy reconocidos como aquellos jóvenes de entonces Vicente Rizo y Rubén Collazo.

Así, ya para el inicio del Segundo Año en 1966, estrenamos aulas, fachada, mobiliario, remodelación interior, baños nuevos y oficinas administrativas modernas, amplias y cómodas.

LOS ALUMNOS

Entre los compañeros alumnos de aquella época que rememoramos, destaca un detalle curioso, pues había muchas parejas de hermanos y excepcionalmente hasta varios de una misma familia. Por ejemplo, los hermanos Zaragoza que eran “cuates” o gemelos, los Zambrano Arturo y Alfonso, los Mancilla Olivares Sergio y Víctor, otros Mancilla hijos de la Mestra María, los Collazo, los Palafox, las Rodríguez Herrera Patricia y Alicia, mis hermanos Francisco y Raúl Lorea, Olga y Alberto Vázquez y seguramente hubo muchos más.

Otros alumnos muy destacados en nuestra sociedad por su trayectoria, son el Lic. Jorge Marcelino Trejo Ortiz, Presidente del Colegio de Abogados de León y del Estado; C.P. Guillermo Plascencia Camarena, hombre esforzado, honesto e inteligente, fundador en nuestra ciudad de una famosa firma de Contadores; me comentaron sin confirmar, ojalá nos lo hiciera saber, que también el Lic. Carlos Zamarripa Aguirre, Fiscal General del Estado, es egresado de este insigne plantel.

Pero hace dos días, con motivo del primer artículo, me contactó la Señorita María de la Esperanza Nava, para saludarme e informarme que ella es de la generación de 1946 ¡hace 73 años!, hija del Maestro Fermín Nava, y que con sus estudios de taquimecanografía, después de graduarse trabajó como secretaria y finalmente laboró en los Juzgados Civiles de este Partido Judicial. Probablemente sea la exalumna más antigua con vida y por supuesto la invitamos para el sábado 21 de septiembre al festejo con sus gastos pagados.

Años después de que egresé y estando en la Escuela Preparatoria, me enteré de la fundación de una Rondalla de la ETIC 13, integrada por sus alumnos, la cual tuvo mucho éxito.

Otros alumnos que recordamos son José Luis Rojas, Raúl Ramírez Villagrán, Benjamín Figueroa, Armando Álvarez, Salvador Terrones, Rogelio Cárdenas, Catarino Alatorre, Jesús Palma, Alfonso Téllez, Raúl Yañez, Arturo Frausto; así como a los organizadores del evento de Aniversario Carlos Ramírez Serrano, “El Palos”, Isaac Rocha, Gustavo Rojas, Arturo Rodríguez, Eduardo Hernández, José Gómez, Lina, Judith y Ángeles. También podemos mencionar a J. Jesús Coss, Moisés Collazo, Agustín y Francisco Trujillo, Jesús Verdín, Juan Salas, Mario y René Lira, Isidro Cortés y otros que escapan a mi memoria.

Lástima que se haya perdido aquél frontispicio histórico, en cuya recepción al ingresar, estaba en su pared el lema: “SIRVE AL PUEBLO QUE TE EDUCÓ Y ELÉVATE POR LA VIRTUD Y LA CIENCIA”: Ignacio García Téllez.

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