Cannabis medicinal se refiere al uso de las preparaciones o principios activos de la planta Cannabis sativa, llamados cannabinoides, entre ellos el tetrahidrocannabinol o THC y el cannabidiol o CBD como terapia para tratar algunas enfermedades o aliviar determinados síntomas; ha sido utilizado para reducir la inapetencia, las náuseas y los vómitos producidos por la quimioterapia, así como para tratar el dolor y la espasticidad muscular en personas con VIH/SIDA; su uso para otras aplicaciones médicas ha sido estudiado, pero aún no hay información suficiente para dar conclusiones acerca de la seguridad y eficacia de su uso.  Los efectos a largo plazo del cannabis no están completamente claros. Existe preocupación con respecto al bienestar de sus consumidores; incluyendo problemas cognitivos o de memoria, el riesgo de crear dependencia y el riesgo de que los niños lo consuman por accidente.

Los cannabinoides sintéticos están disponibles como medicamentos recetados en algunos países, por ejemplo: Dronabinol (disponible en Estados Unidos y Canadá) o Nabilone (disponible en Estados Unidos, Canadá, México y Reino Unido). El uso recreativo del cannabis es ilegal en la mayor parte del mundo, sin embargo, su uso médico es legal en: Argentina, Austria, Canadá, Chile, Colombia, República Checa, Finlandia, Alemania, Israel, Italia, Uruguay, Países Bajos, Portugal y Ecuador.

Una serie de estudios de investigación médica revisada por NORML.org han demostrado que la marihuana tiene propiedades anti-cancerígenas. Los efectos de la marihuana como un agente anti-tumoral son particularmente evidentes en los glioblastomas. Los gliomas o glioblastomas son una forma rara pero muy agresiva de cáncer de cerebro (tumor cerebral) que habitualmente se traduce en la muerte del paciente en los dos años posteriores al inicio. NORML.org revisó los estudios que muestran que la marihuana puede reducir el tamaño del tumor en pacientes con glioma. NORML.org también cita una serie de estudios que demuestran efectos anti-tumorales de la marihuana en un varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de mama, el cáncer de próstata, el cáncer de colon, el cáncer de pulmón, el cáncer de cuello uterino y otros. Un estudio efectuado en 2015 por la Universidad de Colorado demostró la eficacia del cannabis para tratar migrañas, consiguiendo un 85% de casos en los que la frecuencia de éstas se redujo drásticamente.

Según la página Medline Plus, producida por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, el uso de la marihuana medicinal puede ocasionar diversos efectos adversos como palpitaciones cardíacas rápidas (taquicardia) irregulares(arritmia), mareos, somnolencia, desorientación, euforia, pérdidas de memoria a corto plazo, dificultad en la concentración, confusión, reducción o incremento de la ansiedad, además de otras inquietudes relacionadas con su consumo tales como irritación pulmonar y el desarrollo de una adicción a la marihuana. MedlinePlus recomienda que las mujeres embarazadas y las personas con problemas cardíacos o con antecedentes de psicosis eviten su empleo.

Un estudio publicado en la revista Epilepsia y Comportamiento, efectuado en el Children’s Hospital Colorado, encontró que los aceites elaborados artesanalmente con alto contenido en CBD no redujeron de forma significativa los ataques de epilepsia en la mayoría de los pacientes, y en aquellos niños cuyos padres reportaron mejoras, estas no se vieron reflejadas en los electroencefalogramas. Las personas interesadas en las terapias de la marihuana deben consultar a un profesional de la salud antes de usar la marihuana para tratar los síntomas de cualquier enfermedad.

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