Siendo México un país conservador con una herencia judeocristiana muy marcada en el que el explorar o palpar el cuerpo femenino se considera tabú, es campo propicio para la aparición cada vez más frecuente de canceres en la mujer por la resistencia a que la revisen médicos o a explorarse ella misma.

La cada vez mayor presencia de mujeres en la atención médica y los cambios en las costumbres y mayor apertura de la sociedad contribuyen a que esto se reduzca y se diagnostiquen más casos tempranamente.

El cáncer de mama es el más común en el mundo, tanto en países desarrollados como en aquellos en vías de desarrollo que han adoptado modos de vida de los primeros, tienen una mayor longevidad y se han urbanizado.

Los programas de prevención aunque más eficaces a veces no se pueden implementar y muchos casos llegan en etapas avanzadas. Porque esta enfermedad agregada al cáncer cervicouterino causa enormes gastos se enfatiza en la autoexploración como método de detección precoz más barato y efectivo.

Según la Organización Mundial de la Salud representa el 16% de los cánceres femeninos y causan la  muerte de más de medio millón de mujeres al año principalmente en América del norte y Europa. Sin embargo, empiezan a verse cada vez más frecuentemente en los otros continentes.

Los factores de riesgo conocidos son la herencia, así se multiplica la posibilidad de adquirirlo si lo padeció la madre hermana o hija, Angelina Jolie  ejemplifica perfectamente, pues al hacerse un estudio genético decidió removerse ambas mamas.

Otros factores de riesgo son la exposición a hormonas endógenas como aquellas que tienen una menarca (primera menstruación) muy temprana, menopausia tardía y embarazo también a mayor edad, contribuye asimismo el consumo de anticonceptivos u hormonas de reemplazo. Otros predisponentes son la obesidad, la diabetes, el consumo de alcohol y la falta de actividad física que causan hasta el 21% de los casos de cáncer.

La manifestación más frecuente es la aparición de un bulto, cambios en la forma de la glándula mamaria, cambios en la piel o en el pezón, secreción por este, piel enrojecida o con cambios que la semejan a la cáscara de una naranja.

Los tipos más frecuentes son los que se originan dentro de los conductos que llevan la leche, pocos se desarrollan en otras partes de la glándula y algunos aparecen en los ganglios vecinos a la mama. Estos casos son los que presentan más tumores a distancia, es decir metástasis o extensiones.

Las formas de tratamiento son diversas y a veces se usan combinaciones de estos, van desde el tratamiento con cirugía, es decir corte de las lesiones, otro es el de la quimioterapia o sea medicamentos tomados o inyectados para reducir o desaparecer la o las lesiones, la terapia hormonal está dirigida a evitar que el tumor reciba hormonas para crecer, la radioterapia que usa rayos de alta frecuencia para matar las células malignas. Se usan también, terapia biológica y terapias alternativas como el yoga, la meditación, etcétera.

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