El Presidente López Obrador miente, el Secretario Durazo miente, el Sr. Trump, miente, los políticos y líderes de partidos, salvo honrosas excepciones, mienten.
R- Guauuu, mi Santias, parece que la mentira, con diferentes variantes (media mentira, mentira completa, mentira piadosa, verdad a medias, leyenda, fábula, noticia falsa, etc.), es el común denominador en las relaciones humanas.
S- Nada que alegar, mi Rufo, la mentira es la base de los negocios, de los sistemas financieros, del comercio, de la publicidad, de la política y del otrora arte de gobernar, la mentira está en todos lados y eso nos está destruyendo.
Más porque confiados, creemos que nuestros líderes, gobernantes, políticos o empresarios deben hablar con verdad.
R- Grrr, tú te describes como confiado, yo te diría pendejo, mi Santias.
S- Estas a punto de quedarte sin tu hueso y sin croquetas, perro, las faltas de respeto son inaceptables.
R- Auuu, no te estoy faltando al respeto, mi ínclito amo, te estoy describiendo; creer mentiras es ser pendejo, por lo que no es ofensa, es descripción. Me explico poniendo de ejemplo a los que las mayorías les creen y los siguen, a esos que se autonombran hombres de Dios, elegidos del Señor ¡Sí!, me refiero a los autonombrados ministros o sacerdotes, que bajo el pretexto de tener vocación y ser elegidos (Ajá), se van de religiosos y se creen eso de ser representantes de Dios, los elegidos, los receptores y voceros de la palabra divina, la que interpretan a conveniencia, aunque muchas veces, la mayoría de las veces, sea mentira; y no me refiero a una religión en particular, mi Santias, me refiero a todas, sectas incluidas. Creerles todo su rollo, no es un acto de inteligencia, por una sencilla razón; eso de que Dios les habla o habla por ellos o los nombra sus representantes, es simple y llanamente una mentira. Eso no existe, “Dios” es un invento de vivales que aprovechándose de la credibilidad, miedos e ignorancia de las gente, desde tiempos inmemoriales, les han inventado entidades divinas que deciden el destino de las personas, a las que hay que tener contentas con sacrificios o dadivas (diezmos), con el riesgo de ser castigado si no te pones a mano con la cooperacha para mantenerlos. Es así como un rayo o un cometa eran interpretados como señales del cielo, señales interpretadas por los elegidos y comunicadas a la “perrada”, para luego hacer sacrificios de diversa índole, pasar la charola y esquilmarlos bajo pretexto de agradar al Dios. Así, desde Rá, Dios del sol, con los egipcios, pasando por Zeus, el mero, mero, padre de todos los dioses, con los griegos, Jehová el castigador y vengativo, con los judíos, la Trinidad amorosa que amenaza con el infierno y el castigo eterno, con los católicos y Huitzilopochtli, el Dios de la guerra, con los Aztecas, todas las sociedades, fundadas en la mentira, aceptaron la existencia de castas sacerdotales que inventaban sus dioses sacando raja de la credulidad, la fe, el miedo y la ignorancia de la gente; siempre basados en mentiras repetidas muchas veces “at nauseaum”, así, daban tranquilidad con promesas incumplibles o aciertos estadísticos; me explico, si te enfermas es castigo de Dios, si te alivias ¡Milagro!, Dios te escuchó (Ajá). Lo interesante es que nadie dice que: si te enfermas o te mueres, pues fue porque Dios lo quiso, lo que es convenenciero y manipulador, ya que supuestamente, siendo todopoderoso, Dios es responsable de todo, no solo de los milagros& Cada día, millones de mexicanos rezan y hacen peregrinaciones, al tiempo que millones enferman, siguen pobres o simplemente mueren y la oración de nada sirvió, lo mismo si pides favores, si rezas para ganar una guerra o para conseguir marido, siempre va a pasar lo que va a pasar, reces o no. En otras palabras, no hay milagros y el Dios que nos venden no resuelve nada. Lo que sí pasa, es que los mal llamados representantes de Dios, prometen milagros y continuamente dan falsas esperanzas,& que la gente les cree y la realidad exhibe.
S- Ya para tu rollito anticlerical, mi Rufo, y volvamos al tema sobre como la mentira nos destruye como sociedad al sentar bases de desconfianza en todo.
R- Auuu ¡Tienes razón!, mi Santias. Los que saben, dicen que el ser humano superó a las demás especies del reino animal por dos características, cito: 1.- El caminar erguido, que les permitió ver más lejos y de diferente manera y disponer de libertad en las manos para usarlas como herramienta de progreso, y 2.- El habla, la capacidad de comunicarse con un lenguaje, que les permitió trabajar en equipo y tener avances que ninguna otra especie del reino animal pudo tener. En ese sentido tienes razón, la mentira cancela las ventajas de tener un lenguaje, un idioma, ya que la comunicación, ante la falta de credibilidad, se vuelve ineficiente, deja de servir y lo que dices pierde sentido, por ello, la mentira puede ser una de las causas de destrucción de la raza humana, entre otras muchas derivadas de la estupidez& ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Escritor y soñador